martes, 17 de diciembre de 2013

Soldados azuarinos en la Guerra de Marruecos

La guerra del Rif (1911-1927), también llamada Guerra de Marruecos, fue un enfrentamiento originado con la sublevación de las tribus rifeñas en la región montañosa del norte de Marruecos contra la ocupación colonial española y francesa, afectando principalmente a las tropas españolas.
El esfuerzo militar y económico que realiza España resulta extraordinario, los efectivos totales de las Fuerzas Armadas alcanzan 250.000 hombres; el presupuesto militar casi supone la mitad del total  con 581 millones de pesetas que en gran parte van a nutrir la desproporcionada nómina del cuerpo de oficiales generales y particulares.
En 1921 los rifeños se dirigen a la localidad de Annual ocupada por las tropas españolas, que es puesta bajo asedio. A primeras horas de la mañana del 22 de julio se da la orden de retirada española, que se produce a la carrera y en completo desorden. Perseguidos por los combatientes rifeños, alrededor de  10.000 soldados españoles fueron muertos  por los 3000 rifeños en el camino hacia Melilla.  Muchos supervivientes se refugian en el cuartel de Monte Arruit, donde resisten dos semanas cercados por el enemigo sin apenas provisiones, agua ni ayuda, dada la desorganización y la precariedad de la retaguardia. Finalmente las tropas españolas se rinden, pero los asediantes no observan las condiciones de la rendición y tiene lugar una nueva masacre. Los oficiales abandonaron a sus soldados en los pocos vehículos que existían y los soldados tiraban a los heridos de las mulas para huir con ellas.  La mayoría cayeron en el intento. Los rifeños invadieron las antiguas posiciones españolas, masacrando y torturando a todo español y civil que capturaban.
La guerra de Marruecos fue en general mal vista y provocó importantes conflictos y manifestaciones en la sociedad española del momento. Era del dominio público la pobreza del Rif y muchos no comprendían la pertinencia de una guerra tan sangrienta y onerosa sólo por una cuestión de principios. Por otro lado, las tropas eran de reemplazo, es decir, reclutadas obligatoriamente. Sin embargo, los jóvenes pudientes podían en general librarse del servicio militar pagando a alguien para que fuera en su lugar. Esto reforzaba la idea, cierta al fin y al cabo, de que eran los "hijos de los pobres" los enviados a morir a Marruecos.

CARTA CONTRA LA GUERRA. “Azuara envía un mensaje al Rey”.
El pueblo de Azuara eleva un patriótico mensaje al Rey que firman las autoridades y personas de todas las clases sociales del que es el siguiente párrafo:
“A Vuestra Majestad magnánima, noble y bienhechora, acude este pueblo  para expresar a su Real persona el más profundo sentimiento por todas las contrariedades, pidiendo a Dios cuanto antes, que el ejército, cierre de una vez cuanto antes esa brecha abierta en el corazón de nuestra Patria, cuya inapreciable sangre se derrama a torrentes en aquel pueblo ingrato”
“La Epoca” 6 de agosto de 1921

Tras el desastre de Annual en 1921, por un puñado de marcos España se hizo con armas químicas. Y la venganza oscureció una guerra ya de por sí trágica y cruel. Bombarderos españoles lanzaron gas. Llegó la asfixia y la ceguera. Quemaduras que supuraban agua. La muerte química o ahansir (cáncer). Ochenta años después, denuncian en la zona que la alta incidencia de cáncer podría deberse al uso de estos gases por parte de los españoles.

EL AZUARINO FELIPE HURTADO. Una víctima  de la guerra fue el soldado azuarino Felipe Hurtado,  que se  quedo ciego por efecto de una herida que sufrió en la cabeza.
El padre de Felipe falleció a consecuencia de la impresión que sufrió cuando supo la desgracia de su hijo.
Varias Sociedades locales socorrerían a Felipe hasta su ingreso en el cuerpo de inválidos.


LUIS ARMERO MARTIN, AZUARINO DESAPARECIDO EN EL DESASTRE DE ANNUAL.
El caso de Luis Armero tuvo un lugar destacado en las noticias de la prensa nacional referentes a los desaparecidos y cautivos en el desastre de Annual y así lo cuenta el periódico “El Imparcial”. A mediados de la mañana de aquel  mes de julio de 1921 los rifeños cayeron sobre Annual y Monte Arruit provocando el derrumbamiento de la Comandancia de Melilla, degollando a innumerables soldados y oficiales y llevándose cautivos cuya cuantía nunca ha podido  conocerse.
En el instante del desastre llegaba a  Annual  un soldado llamado Luis Armero Martín, natural y vecino de Azuara. Luis Armero y otros tantos cientos y cientos de españoles fueron hechos prisioneros.
Los comunicados oficiales, en sus noticias a la familia del soldado de Azuara le dieron por desaparecido apuntando la posibilidad de que estuviera prisionero en manos de Abd-El-Krim.
Al paso del tiempo regresaban los cautivos, renació la alegría con aquellas noticias en muchos hogares; pero en el de Luis Armero volvió la tristeza y se llora muerto al ver que entre las listas de los prisioneros rescatados no figuraba éste.
Se entablaron gestiones que no dieron resultado positivo y en el vecindario de Azuara se dio por muerto a Luis Armero, y sus familiares le lloraron como muerto, creyendo muy infundadamente, que había caído, como otros tantos,  en las tumbas abiertas en tierras del moro.


Y así transcurrieron los años, el tiempo calmo el sufrimiento a la familia del soldado de Azuara, pero... llego  un telegrama desconcertante.  ¡Luis Armero esta vivo!  Era el mes de septiembre de  1930 (habían pasado 9 años), llego un telegrama dirigido a la madre de Luis, con su nombre, apellidos y lugar de residencia, perfectamente reseñados. Su contenido hizo lanzar a la pobre madre gritos de angustia, mezclados con enloquecidos sollozos. Todos se apresuraron a leer el telegrama.
Estaba el despacho fechado en Tarragona el día anterior, y el texto decía así: “Su hijo Luis Armero Martín vive y no murió en Annual”.
Inmediatamente comenzaron las pesquisas, llevadas a cabo con todo el interés y el entusiasmo que el sorprendente caso requería. Se consiguió saber que el telegrama recibido por la madre de Luis Armero en Azuara había sido puesto la noche anterior en la Central de Tarragona por una mujer que no era de la ciudad y al preguntarle por las señas de su dirección dijo que  estaba de paso en Tarragona. Se perdió la pista  desde aquel punto y hora de la mujer desconocida y la familia del desaparecido puso anuncios en los periódicos más importantes de Aragón y Cataluña, suplicando a la misteriosa comunicante que diera mas detalles de los apuntados en su extraordinario despacho.
Pasaron los días y nadie respondió. Se iniciaron nuevas gestiones con las autoridades militares de África; se debieron realizar algunas pesquisas por parte de éstas; pero  el resultado fue infructuoso. No se encontraba rastro alguno del soldado Luis Armero Martín  desaparecido en el Monte Arruit.
El dolor volvió a enseñorearse de aquel humilde hogar de Azuara donde, desde entonces,  una pobre anciana llora constantemente pensando en el hijo que no sabe si vive, si esta muerto, o si sigue prisionero...
Posteriormente, desde Tarragona se realizaron  nuevas pesquisas acerca del telegrama puesto en aquella central en el mes de septiembre de 1930, pero no se debió averiguar nada nuevo, porque el caso no salio más en la prensa que tanto interés había generado en la opinión pública que seguía con interés otros muchos casos de desaparecidos.


“El Imparcial”. 29 enero 1933

Jose Román Roche Nebra

http://hemerotecadigital.bne.es/issue.vm?id=0001111318&page=7&search=azuara&lang=es

jueves, 28 de noviembre de 2013

Azuara, censo de 1906 (II)

Los  elegibles solamente eran 96 varones  que representaban el 15,4% de la población.

Los menores de 50 años siguen aumentando y son ya el 70,8% de la población, el porcentaje de población entre los 51 y 60 años también aumenta, pero aun sigue siendo muy alta la mortandad a partir de los 60.

La villa sigue repartida en dos secciones electorales, aunque cada una de ellas no se identifica con unas calles determinadas y están completamente revueltas.

Los arrabales siguen aumentando su población, así se van formando grupos importantes de residentes en el Cabuchico, Extramuros, calle  Eras y zonas colindantes con la muralla.

En cuanto a los apellidos no hay cambios sustanciales, igual que con los nombres, si acaso  cabe destacar que aparecen algunos apellidos nuevos, Herrando, Pina, Soro y Gracia.

En esta época con tan solo 16 nombres se puede llamar al 63% de la población, mientras que los 120 restantes casi no se repiten, dándose la curiosidad de que casi todos los nombres son simples.

Los apellidos que en total son 126 distintos , tienen algo en común con los nombres, con tan solo 21 de ellos podríamos tener identificados  el 59% de la población siendo el resto casi marginales (estadísticamente hablando).

Los trabajadores en general,  y los mayores en particular, lo tenían bastante mal  a la hora de retirarse o jubilarse, básicamente porque la jubilación no existía, dándose la paradoja de que no podías descansar a no ser que se tratase del descanso eterno. La jornada laboral estaba marcada por el sol y  todos los días del año.

El pueblo iba creciendo poco a poco, y con la nueva repartición del campo había  menos pobreza y  más arbolado en el río, ya que  los nuevos propietarios se preocuparon de plantar  chopos cabeceros  con la intención de salvaguardar la huerta de las riadas, de abastecerse de madera y de paso   embellecieron la ribera. Se terminaba una etapa donde un tercio de la propiedad de Azuara estaba en propiedad  de lo que se llamaba “manos muertas”, es decir, la  Iglesia Católica y las órdenes religiosas que por lo general no se preocupaban del cultivo y cuidado de los campos.


Eran tiempos de charradas al calor del fuego en el hogar durante los inviernos; de tertulias con los vecinos en las puertas de las casas en el buen tiempo; de juegos de cartas, pelota, entalegados, carreras en burros y pedestres, el tiro de soga y diferentes levantamientos. En esta linea de disfrute podemos destacar las jotas, el vino envejecido en cuevas y bodegas,  las sardinas rancias con un cacho pan y el aguardiente procedente de pueblo vecino de Moyuela, elementos estos  que eran primordiales los días de ronda nocturna, días en los que se cantaba a las mozas, se hacían enramadas a las enamoradas, se celebraban con cencerradas las bodas entre viudos, o se encontraba uno con un pantasma que era  un individuo tapado con una sábana y que buscaba sin queres ser visto los brazos de alguna moza receptiva.

Fuente y autor: “El Piquete” / Miguel Marco Martín

Jose Román Roche Nebra

lunes, 4 de noviembre de 2013

Azuara, censo de 1906 (I)

Dos nuevos artículos. Este es una primera parte de los datos que reflejaba el censo de 1906 publicado en "El Piquete"  por Miguel Marco Martín.

Censo electoral de 1906:
622 censados con más de 25 años.
Población aproximada: 2400 habitantes.
Alfabetización: 175 varones (27,9%).


Reinaba Alfonso XIII, al que habían coronado en 1902 en Madrid; a parte de este cambio en la regencia del país no hubo cambios substanciales  en la política, siguió por lo tanto la alternancia entre liberales y conservadores; los sindicatos obreros comenzaban a funcionar y Santiago Ramón y Cajal ganaba el premio Nobel.

El año 1904 fue un año de inauguraciones en Azuara ya que la flamante linea de ferrocarriles Utrillas-Zaragoza fue estrenada en esa fecha, igual que la electricidad en el casco urbano, velas, candiles y quinqués empezaban a desaparecer. La compañía que suministraba  electricidad a Azuara era Rivera, Bernad y Cia, con domicilio en Albalate del Arzobispo. La estación de Azuara en la línea de Utrillas estaba situada a 7 km. del pueblo por el camino de la Puebla (hoy carretera), transitado a diario por una tartana que llevaba personas y el correo. Un hecho curioso que ocurrió con el cambio de siglo en la agricultura fue el brusco descenso del porcentaje de jornaleros en Azuara, aunque todavía suponen el 67% de la P.A. y suman  309 personas. Los jornaleros no son el único grupo que desciende, también cae el número de propietarios, que pasan de ser 19 a solamente 7, mientras que los labradores casi se triplican y son ya 148.

Con los nuevos cambios, la agricultura sigue siendo la tarea fundamental para la economía ya que ocupaba  al 74% de la P.A.

Estudiando estos datos, cabe preguntarse por qué se repartieron la tierras (desciende el número de propietarios y aumenta el de labradores). ¿Quizá fue a causa  de la desamortización de los bienes del clero y el común?. ¿Por qué desaparecen tantos propietarios?

En esta época comienza el cultivo de la remolacha, lo que supone para las mujeres un nuevo trabajo además de los que ya tenían, al ser ellas las que tenían en “exclusividad” la labor  de  limpiar la remolacha, para que pudiera ser trasladada a las azucareras empleando el trasporte del ferrocarril.

La ganadería también sufre un fuerte impulso sumando ya 55 pastores, un 8,87% de la P.A. En la industria desaparece el cerrajero, aparecen por primera vez 2 tejeros, ubicados en la carretera  a Letux,  se mantienen los pelaires, los tablajeros, los caldereros y un tejedor, aumentando hasta 9 los herreros, a 5 los carpinteros y a 4 los molineros; desciende el número de bataneros a 2, todos  estos industriales (41) suponían el 6,62% de la P.A.

Los oficiales también sufren modificaciones en número y trabajos, aparece por primera vez un alpargatero, hay 9 zapateros y 6 sastres que aumentan su presencia, descienden los albañiles que se quedan en 6, 1 esportonero, 1 albardero, y 1 guarnicionero, un total de 26 personas que representan el 4,18% de la P.A.
En el sector servicios se doblan  los comerciantes que ya son 5, aumentan los carreteros a 3 y desaparecen el ordinario, el quincallero, y el cocinero; algunos gremios se mantienen, este es el caso de los confiteros con 3, los barberos 2, un cortador (matachín) y aparece un casinero que sustituye al tabernero, lo que nos lleva a pensar que por entonces se creo en Azuara el primer casino agrícola, el total de personas en el sector terciario contando con los 2 funcionarios del ayuntamiento son 22, el 3,54% de la P.A.

No nos olvidemos 1 maestro, de 1 médico,  1 farmacéutico, un veterinario,  1 clérigo y 1 sacristán, éstos velaban por la salud del alma.


Fuente y autor: “El Piquete” Miguel Marco Martín

Jose Román Roche Nebra

martes, 15 de octubre de 2013

Noticias de Azuara 1885-1930

A finales del siglo XIX la mayoría de los españoles eran campesinos. El 80% de la población española se encontraban  en el medio rural. 
Las grandes fortunas eran de terratenientes. Los burgueses acumulaban sus fortunas con el comercio y las invertían en parte en la compra de propiedades agrarias. La agricultura se estaba modernizando con nuevas técnicas de cultivo y herramientas más eficaces. 

Eran malos tiempos para los azuarinos y  aunque es de suponer que algo bueno ocurriría  alguna vez, como alguna buena cosecha, celebración de bodas, nacimientos...  lo cierto es que los periódicos reflejaban   generalmente sucesos tristes que ocurrían a la población como vamos a comprobar.


En el año 1885 una cuarta epidemia de cólera afligió gran parte del territorio español con 120.000 defunciones. Ocurrió entre los meses de agosto y setiembre. La provincia de Zaragoza fue la más castigada de toda España y Azuara no pudo escapar del desastre. Había días que llegaron a  producirse 10 fallecimientos y el número total  pudo afectar al 9% de la población, y si tenemos en cuenta que  Azuara tenia una población de 2.200 personas el resultado pudo ser  alrededor de 200 fallecidos,  un drama en las familias azuarinas. La enfermedad  se manifestaba con vómitos y diarreas, por lo que el enfermo, al perder gran cantidad de agua y debido a la deshidratación, la piel se le arrugaba, la nariz se le afilaba, los globos oculares se le retraían y la temperatura del cuerpo descendía considerablemente. La acción cardíaca se debilitaba hasta el punto de que a veces no se percibía el pulso. Seguía la supresión de orina, afonía y el fatal desenlace.

En 1887 una pedregada arrasa  Azuara. 
Una desgracia,  hay que tener en cuenta, que toda la población dependía de las cosechas agrícolas  para sobrevivir.
“El día 22 de junio una tormenta arrojo tal cantidad de piedra sobre el término municipal de Azuara, que según la comunicación que, el alcalde de dicho pueblo dirigió al señor Gobernador se cubrió el suelo de una capa de media vara de espesor (más de medio metro), habiéndose encontrado piedras de gran tamaño llegando algunas al peso de 11 onzas (250 gr). El vecindario según dicha comunicación esta consternado y las cosechas perdidas en su totalidad. 
El ayuntamiento pidió socorros para atender á las primeras necesidades. 
Al día siguiente, descargo sobre el término municipal de La Gata otra tempestad con abundante cantidad de piedra que destruyó casi por completo las cosechas”.
“La Dinastía”. 30 de junio de 1887

En 1891 es hallado un tesorillo de monedas de belikiom.
Gracias a  estos tesorillos de monedas encontrados en Azuara y a quienes declararon su hallazgo,  se  puede afirmar hoy que  en el Piquete  la Atalaya se encuentra la ciudad celtíbera Belikióm. La siguiente noticia da prueba de ello:
“En un campo de Azuara (Zaragoza); fueron encontradas el miércoles de la pasada semana bajo las raíces de una higuera, al arrancar el árbol, cuatrocientas monedas de plata celtíberas. Las monedas son de plata tan legítima, que están brillantes, y sin desperfectos, suponiéndose, a juzgar por su estado, que fueron acuñadas en el lugar donde se enterraron”.
“La Iberia” . Diario Liberal 28-11-1891

En1925 Azuara vuelve a ser arrasada por las tormentas.
“En el Gobierno civil se han recibido comunicación del pueblo de Azuara, dando cuenta de que las tormentas de estos días dejaron arrasados los campos y pidiendo auxilio al gobierno”.
La Vanguardia 12 de septiembre 1925

En 1928 se desborda el río.
“Comunican de Azuara que un desprendimiento de tierras sobre el río ha interceptado el cauce de éste, desbordándose las aguas por la huerta, inundándola. Piden a las autoridades   que se adopten medidas urgentes para evitar graves daños”.
La Vanguardia 16 de septiembre de 1928

En 1933 otro desbordamiento del río.
“Noticias de daños cuantiosos causados por temporal de aguas y desbordamiento de los ríos  en los pueblos de Belchite Azuara y Almonacid de la Cuba cuenca del Río Aguas Vivas.  Los árboles frutales han sido arrancados de cuajo, destrozados los caminos vecinales, puentes, las cosechas de las huertas destruidas y las tierras de labor arrasadas”.
La Vanguardia 8 de junio de 1933

Azuara también sufrió las bajas temperaturas, datos  de 1887 a 1946: 
Zaragoza EE. Pías -14.9º/1887 
Zaragoza Instituto -14.0º/1888 
Zaragoza EE. Pías -11.0º/1890 
Zaragoza Universid -10.0º/1891  
Daroca (Zaragoza) -19.0º/1914
Zaragoza Granja -10.0º /1917 
GRAN OLA DE FRÍO DE 1917-1918:  
Daroca (Zaragoza) -19.6º /1917 
Daroca (Zaragoza) -24.2º /1918 
Daroca (Zaragoza) -21.2º /1945 
Calatayud(Zaragoza)-20.0º/1946 
Terrer(Zaragoza)-20.0º/1946 
Daroca(Zaragoza)-20.2º/1946

A los desastres climáticos se sumaron accidentes mortales de azuarin@s.  
En 1899. “La Guardia civil del puesto de Azuara  comunica al gobernador que en una cueva existente en la partida denominada “Valdepuerco” en el término municipal de Letux, hallábanse picando tierra de arena los vecinos de Azuara, José Alcalá, de 18 años de edad, Antonia Alcalá, de 20, y Tomasa Obón, de 14 y a consecuencia   de un desprendimiento de tierra, quedaron los tres jóvenes sepultados en la cueva.
Algunos vecinos de Letux se enteraron pronto de la desgracia y acudieron presurosos a prestar auxilio a los tres infelices, logrando salvar a Antonia y Tomasa que resultaron con heridas en las piernas y brazos.
José Alcala que debió de internarse más en la cueva, fue encontrado muerto”.
“El Dia” 7 de diciembre de 1899

En 1927 se produjo un hecho desgraciado.
“Dicen de Azuara que cuando trabajaba en la vendimia el labrador Vicente Labuena de 53 años, llego su amigo el guarda jurado Francisco Alcandiel,  y el labrador, por gastarle una broma, se desabrocho la camisa y mostrándole el pecho le dijo: “Si eres hombre, tira”. El guarda, creyendo la escopeta descargada apunto y descargo contra su amigo, que recibió el balazo en el pecho y murió en el acto. El propio guarda se apresuro a dar cuenta a la Guardia civil de lo que había ocurrido”.
“El Imparcial”. 11 de octubre de  1927.

Y al año siguiente...
“Comunican de Azuara que un carro ha atropellado a las niñas Encarnación y Gregoria Purroy Tallada, de tres años y veinte meses respectivamente, resultando la primera con heridas leves y la segunda muy grave siendole necesaria a ésta la amputación de la pierna izquierda”.
La Vanguardia 24 de febrero de 1928 

Continuamos en 1928.
“En el hospital ha fallecido el obrero Antonio Gordaz, que el día 28 en Azuara, se cayo desde la copa de un olivo y se produjo lesiones que han determinado la muerte”.
“El Sol”. 11 de abril de1928.

Otra muerte más en el mismo año.
“Comunican de Azuara que en la balsa de el molino ha aparecido el cadáver de la joven María Laína. Se supone que al pretender llenar un cántaro cayo a la balsa y pereció ahogada”.
“El sol” 23 de septiembre de 1928.

Y otra más.
“Comunican de Azuara que la joven de 23 años. Maria Aisa Lahoz, se cayo a una acequia pereciendo ahogada”. 
La Vanguardia 23 de noviembre de 1928.

Niño ahogado
“Bañándose en la balsa de un molino harinero, en el pueblo de Azuara se ahogo el niño de 8 años Francisco Ansón Ibañez”. 
“El Siglo futuro”.  24 de julio de 1929.

Esta es solo una muestra de noticias relacionadas con Azuara. También hay otro tipo de sucesos que produjeron dolor en Azuara, como fueron  las riñas  con heridos y muertes   entre vecinos  e incluso entre familias. 
En 1928 la banda de Música de Azuara agasaja Miguel Primo de Ribera:
“Zaragoza. En el expreso llego Miguel Primo de Ribera acompañado de los generales Martínez Anido y Losada que vienen a inaugurar el curso de la Academia General Militar.
Hasta las nueve de la mañana permanecieron descansando en el “breack” de Obras  Públicas y a esa hora descendieron, siendo vitoreados por las autoridades, Corporaciones  civiles y militares, todos los generales que residen en Zaragoza, la Unión Patriótica, los Somatenes, una Comisión de comadronas y una gran cantidad de público.
En el momento de descender Miguel Primo de Ribera, se le acerco el director de la banda de música de Azuara que le entregó un diploma y una batuta nombrándole director honorario de dicha banda; seguidamente el alcalde le dio la bienvenida  en nombre de la ciudad”.
“La Correspondencia Militar”. 6 de julio de 1928

Miguel Primo de Ribera al que se refiere la noticia, fue quien con el visto bueno del rey Alfonso XIII, el apoyo de buena parte de la patronal, la Iglesia Católica, el ejército y de las fuerzas conservadoras en general,  encabezó un golpe de Estado en 1923, que puso en suspenso la Constitución, disolvió el Parlamento e implantó una dictadura. 


JoseRomán Roche Nebra

miércoles, 25 de septiembre de 2013

La inscripción árabe de Azuara

A finales de 1.911 el cura párroco de Azuara D. José Gorbea, encontró en la ermita de S. Nicolás una lauda sepulcral musulmana con inscripción en árabe y no tardo en enviarle la fotografía y una carta a D. Marcelino Menéndez y Pelayo, que entonces era el Director de la Real Academia de la Historia. Con fecha 3 de enero de 1.912 D. Marcelino Menéndez envío carta al arabista D. Francisco Codera Zaidín con la fotografía de la lápida, en resumen la carta dice: “Deseo que nuestra Academia le de la interpretación, y con este objeto le envío la fotografía a Ud. que seguramente es de los más calificados para todo género de epigrafía”.

D. Francisco Codera Zaidín realizo la transcripción y fue publicada en el Boletín de la Real Academia de la Historia en un texto titulado “ Inscripción árabe de Azuara”.



Jose Román Roche Nebra

jueves, 5 de septiembre de 2013

AZUARA A TRAVÉS DEL TIEMPO, 1890 (II)

Continuamos con la serie de artículos realizados por Miguel Marco Martín dando un repaso a los datos más importantes del censo de 1890.

Como se podía comprobar  en la pirámide poblacional publicada en el capítulo anterior, el 70% de los varones eran menores de 50 años. De las mujeres hay que decir que no tenían ningún derecho, ni al voto,  ni al trabajo legal ni a la educación; el porcentaje  de analfabetismo femenino podría alcanzar  el 90%. Los censos poblacionales reflejaban alrededor del millar de mujeres, cuya ocupación según constaba era SUS LABORES. La época de milicias en aquel tiempo igual se podía hacer en Filipinas, Cuba, África o en la Península. La edad para el matrimonio sería  (todo esto lo suponemos pues no se confeccionaban censos completos) de 23 a 30 años en los varones y de 20 a 25 en las mujeres; cada hogar tendría una media de 3 hijos/as, aunque habría varias familias  con 5,6,7 u 8 hijos. 370 parejas compondrían el censo de población, los viudos/as ascenderían al centenar largo, solteros serian unos 90, 2/3 de ellos varones, y además estarían los menores de 25 años, que todavía no entraban en los censos, y que supondrían el 25% de la población, repartidos en partes iguales entre hombres y mujeres.

Los apellidos que aparecen en el censo son 122 diferentes, siendo los más frecuentes y por este orden: Fleta, Martín, Alcalá, Fuertes, Ansón, Alconchel, Bernad, Ibañez, Lahoz, Marco, Gascón, Obón, Aína,  Barreras, Nalvaiz, Tomás,  Aniesa, Casamayor, y Sarto, representando estos 19 apellidos el 52% de la población.
De los nombres más repetidos en la pila bautismal transcribo los 16 más frecuentes: José, Manuel, Joaquín, Antonio, Francisco, Nicolás, Pedro, Mariano,  Miguel, Juan, Santiago, Domingo, Pablo, Ramón, Gregorio y Pascual, que juntos abarcan al 61% de la población censada.

La villa se dividía electoralmente en dos secciones, la primera que estaba en el ayuntamiento constaba de las siguientes calles: Nueva, Mayor, Virgen, Paradero, Sol, Mosca,  Medio, Luna Molino, Pza. Iglesia, además de  las Ventas de Herrera y el Molino de la Virgen de la Carrasca (Molino Bajo); el resto  de las calles pertenecían a la sección segunda que estaba en las escuelas de niños.

Molino Bajo

El horno sería del común y cada familia tendría que amasar y cocer su propio pan, en 1843 eran dos los que estaban controlados por el ayuntamiento.

1.890 pasaba  y la indumentaria típica del momento era el cachirulo, banda, calzones, chaleco y alpargatas en el hombre y sayas, refajos, chambras,  peleles, toquillas y mantones en las mujeres, que además se recogían el pelo con moños y peinetas. Ni la revolución industrial ni las comunicaciones estaban llegando  a Azuara, su riqueza dependía de la agricultura, y dentro de ella el cereal (cebada, trigo, avena y maíz), de las legumbres (garbanzos, judías y guijas), del olivo, de nuevos cultivos que se estaba introduciendo, la vid y el azafrán.

Solo quedaban 10 años para empezar el siglo XX que traería  innovaciones tecnológicas mejorando un poco la vida en el municipio; aunque antes de que pasara el siglo, todavía hubo tiempo para que España sufriese  la pérdida de las colonias de ultramar (Cuba, Filipinas y Puerto Rico) que significo un cambio en la agricultura de todo Aragón, que pasó a cultivar remolacha para abastecer la industria azucarera.

Antes de  1.898 en Azuara se había creado la 1ª  banda  de música, con su primer director Felipe Zaro, su vida fue de cuatro años. También empezó a funcionar antes del 98 la cofradía de Alabarderos.

En el aspecto lingüístico, el habla todavía mantenía los artículos a y o, en vez de la y el, siendo frecuentes palabras como: estrudes, esfarachar, estabellar, falandraxo, folleta, prou, quemesio, tieda o zintero.

El ciclo festivo de aquella época empezaba en Carnaval, donde los jóvenes se encorrían entre ellos tirándose harina y agua, después, en Marzo, se celebraba San José y con posterioridad  las fiestas mayores (la Ascensión); la feria de San Martín  (9,10 y 11 de noviembre) que servía para exhibir y vender todo tipo de productos; y la fiesta del patrón San Nicolás. Además los agricultores celebraban San Isidro y los oficiales Santa Lucía.

Fuente y autor: “El Piquete” Miguel Marco Martín.


Jose Román Roche Nebra

domingo, 18 de agosto de 2013

AZUARA A TRAVÉS DEL TIEMPO 1890-1906 (I)

Con este titular publicamos hace 15 años en el cuadernillo “El Piquete”, cuatro artículos de información sobre Azuara entre los años 1890 a 1906, el trabajo fue realizado por Miguel Marco Martín,  quien nos ha dado conformidad para que sean reeditados en el Blog.


DATOS DEMOGRÁFICOS EN 1.890
  • Censo electoral: 555 varones mayores de 25 años.
  • Población aproximada: 2.100 personas.
  • Alfabetización: 130 varones, el 25% del censo.
  • Longevidad máxima masculina: 78 años.


Empieza 1890 con el cambio del sistema censal, y así es suprimido el sufragio censatario vigente desde 1834, que consistía en la necesidad de abonar cierta cantidad de dinero  para poder decidir en las elecciones. A partir de este momento se admite por primera vez el Sufragio Universal MASCULINO, por el cual todo varón mayor de 25 años tiene derecho a votar.
En este momento España se halla regida por Doña Cristina, madre de Alfonso XIII, que cuenta únicamente con 5 años de edad, al mismo tiempo, un aragonés claramente adelantado en su tiempo, D. Joaquín Costa, se oía en todo el  país con su regeneración y en el gobierno de Madrid se turnan Conservadores y Liberales en la funesta etapa de alternancia.
En el ámbito local, la política no la podía ejercer cualquiera; en Azuara, por ejemplo, solo 87 personas podían presentarse a las elecciones municipales, para lo cual había que abonar unas tasas, pero curiosamente no era necesario saber leer o escribir.  La condición económica era pues determinante  para poder presentarse a las elecciones y los únicos que tenían alguna posibilidad eran los oficiales, agricultores fuertes, comerciantes y profesiones liberales.
El pueblo iba creciendo paulatinamente desde el comienzo del siglo, a pesar de las epidemias de cólera de 1865 y 1885. La   consecuencia inmediata de explosión demográfica  fue, que el recinto  amurallado se quedo pequeño  y se empezaron a establecer familias  fuera del casco urbano: calle del Muro 11 familias; calle La Posada 8 familias;  Extramuros 2 familias; El Paradero 18 familias y El Cabochico 3 familias. Además se  comienzan a construir nuevas calles en el intramuro: calle Eras y el Ferial (actualmente Avda. San José) que solo ocupaba hasta el Rincón (actual Callizo la Parada) y además se cambia la ubicación del Cementerio  viejo (estaba  en el lugar que hoy ocupa el Centro de Interpretación de la villa romana) a su actual emplazamiento en Las Molejas.

* Pulsa sobre la imagen para ampliar

SECTORES PRODUCTIVOS:

La agricultura es el sector productivo donde más personas trabajan del género masculino, concretamente 423 personas (76% de la población activa), de estos  423 el 84% son jornaleros y el 16% restante se reparten entre labradores (14%) y hortelanos (1,5%); aunque indirectamente también dependían de la agricultura 6 herreros y 4 molineros que trabajaban en los 3 molinos que había, dos  harineros Cabuchico y Molino Bajo también llamado de la Virgen de la Carrasca y uno aceitero y harinero Molino Alto;  2 esportoneros, 1 guarnicionero y 1  albardero. Además había en el pueblo 6 sastres, 7 albañiles y 8 zapateros, en total 21 personas que vivían de su oficio, representando el 4,5% de la población activa.
La ganadería ovina  generaba 31 puestos de trabajo, pastores en su totalidad, y eran el 5,58% de la P.A. A parte de  herreros y molineros, la industria también daba trabajo a 1 cerrajero, 1 tejedor, 2 tablajeros, 2 carpinteros, 2 caldereros, 1 industrial,  4 bataneros y 13 pelaires, todos ellos suponían  el 6,4% de la P.A.
El sector servicios daba empleo a 15 personas que eran el 2,74% de P.A., este gremio se distribuía de la siguiente forma: 4 comerciantes, 2 barberos, 1 quincallero, 1 tabernero, 1 cortador, 1 cocinero, 3 confiteros, 2 carreteros, 1 ordinario y el recadero.

De la salud  cuidaban 2 médicos, 1 veterinario, y una farmacia que era regentada por Teodoro Gascón  Baquero que seria tiempo después famoso dibujante de tipos y costumbres aragonesas. Había un maestro que llevaba 15 años en la villa, en esta época las niñas no tenían derecho a la educación. La iglesia la atendía un cura que vivía en la calle Horno.

PIRAMIDE POBLACIONAL DE CENSADOS (CON DERECHO A VOTO):
  • 25-30 años 20%
  • 31-40 años 28%
  • 41-50 años 22%
  • 51-60 años 16%
  • >60  años   14%


Fuente y autor:  “El Piquete” Miguel Marco Martín.


Jose Román Roche Nebra.

viernes, 2 de agosto de 2013

EN 1892, AZUARA SE AMOTINA CONTRA LOS IMPUESTOS

En el verano de 1892, se produjo una auténtica explosión de motines que recorrió la geografía española, se les llamo motines de consumo producidos por un aumento notable de la presión fiscal sostenida por el Gobierno conservador de Cánovas y el recurso permanente de los ayuntamientos, cada vez más endeudados, a recargos y arbitrios con los que desahogar sus cuentas. Además en esta  década de 1890 se produce una caída de la rentabilidad de las pequeñas explotaciones agrícolas. El llamado impuesto de Consumos  gravaba los bienes de primera necesidad,  una contribución indirecta sobre el consumo  del vino, aceite, vinagre y carne que fue desde siempre mal recibido al gravar artículos de primera necesidad que además los encarecía. Y todo esto sin contar con los impuestos de carácter extraordinario, por causa de guerra. Al parecer eran  los ayuntamientos los encargados de la cobranza y los vecinos de Azuara se rebelaron, 70 guardias nada menos para contener a una población harta de  gobiernos que se alternaban, los de  Cánovas y Sagasta que nunca miraban por los de abajo,  ¿suena esto? 


El “Diario Iberia” 23-8-1892, titula: El orden que crea Cánovas.
Según escriben del pueblo de Azuara reina gran agitación en el vecindario por oponerse este a satisfacer la contribución de Consumos.
El viernes  de la anterior semana unos doscientos hombres esperaban la salida del recaudador. El alcalde publico un bando y esto dio motivo para que el público se aumentara; después recorrió las calles del pueblo acompañado de dos parejas de la Guardia civil y del recaudador: los manifestantes nada dijeron.
A pesar de las excitaciones de la autoridad local, el grupo permaneció en la plaza en actitud hostil porque creía se iba a disponer el cobro.
Creyó el alcalde prudente suspender el cobro para evitar el motín que se disponía, hasta tanto llegaran más fuerzas.
Díjose que  hoy martes se verificaría la recaudación.
En la mañana del domingo la muchedumbre se reunió en la calle Mayor, esperando que saliese el cobrador, pero no salio esperando nuevas fuerzas de la Guardia civil.
Han llegado hasta la fecha unos 50 guardias, y se anuncia la llegada de 12 guardias de caballería y los del puesto de Fuentes.
El alcalde ha fijado un bando y ha puesto a disposición del vecindario las cuentas del tiempo que él viene desempeñando la alcaldía.
Hay gran excitación en el vecindario y se cree que a pesar de las fuerzas enviadas habrá escándalo.
Veremos en que paran estas misas, acaba el “Diario Iberia”

“El Día” 26-8-1892:
En Azuara siguen reconcentrados 50 Guardia civiles para hacer pagar los impuestos de Consumos que desde hace tres años no pagaban.
Es el pueblo más independiente de España.
Ayer debía celebrarse en esta Audiencia la vista que se sigue por hurto a siete vecinos de dicho pueblo, y no han aparecido ni los vecinos ni los testigos.
La Audiencia no pudo decretar la prisión por no tener el auto del juez municipal de haber cumplimentado la citación.
Y va de despreocupaciones.
Se les reclama el pago y no lo hacen...
Se les apremia, como si no...
Se les llama a declarar y no asisten...
Sin duda era vecino o natural de Azuara aquel impenitente a quien preguntándole que haría cuando Dios le llamara a juicio, contestaba: ¿Que he de hacer? No dir.

CINCO AÑOS DESPUES:
“La Correspondencia de España” 17-2-1897
Hace algunos días que solicitadas predamente por la delegación de Hacienda de Zaragoza salieron de esta población fuerzas del ejército para acompañar en su
visita a los pueblos a los agentes encargados de cobrar las contribuciones.
En Azuara ha ocurrido un incidente desagradable.
El agente del cobrador dispuso que se embargara todo el ganado propiedad del primer contribuyente  y así se hizo.
Cuando regresaba el agente con el ganado embargado, le salieron al encuentro varios alguaciles municipales, quienes de orden del alcalde, soltaron el ganado y metieron en la cárcel municipal  al agente. 
Supo el caso el cobrador de contribuciones, y con fuerzas del ejército se persono en Azuara, dio libertad a su subordinado y se incauto del ganado que había sido objeto del embargo.
Se ha presentado una denuncia contra el agente del cobrador por hurto de ganado.
Este incidente ha sobreexcitado los ánimos en Azuara (y de otros pueblos) que no se resisten al pago de contribuciones, sino que hambrientos y en la mayor miseria, no pueden pagar, doliéndose como se esfuerza el cobro con el auxilio de la fuerza pública. 

Jose Román Roche Nebra

sábado, 13 de julio de 2013

El año de las muertes.

Hace  unos años hablando con  Valentín Fleta,  me contó  que una vez en carnavales en Azuara hubo  trece muertes,  recordaba se lo  había contado su madre. Mientras duro en la memoria colectiva de los vecinos a aquel suceso se le llamo “el año de las muertes”. El paso de los años hizo  olvidar lo ocurrido a la mayor parte de la población azuarina, pero hoy gracias a la hemeroteca 137 años después sabemos con detalles como ocurrieron los hechos. Fue en el mes de febrero del año 1876, no hace tanto tiempo, pero desde entonces  han cambiado mucho las cosas, para empezar la esperanza media de vida en Aragón por entonces  era de 30 años y solo el 2% llegaba a los 65. El censo de población de Azuara  era de 2.280 habitantes de los cuales solamente sabían leer y escribir 209 personas.
La información publicada por  el diario “El Globo”, dice que en el enfrentamiento entre los vecinos de Azuara donde se produjeron las muertes, tuvo algo que ver “el encono de las antipatías políticas, causa, según pública voz, de esta colisión horrible”.  Quiero añadir que la población azuarina había  padecido la epidemia de cólera con muchas muertes diez años antes; existía una elevada mortandad habitual, debido a la escasa alimentación, falta de condiciones higiénicas, casi nula atención sanitaria y otras enfermedades no epidémicas; también en ese año de 1876 finalizo la última guerra carlista, en la que  el pueblo de Azuara  se vio implicado.
El suceso debió de causar  gran dolor entre los  familiares de los fallecidos y  quienes  utilizando la violencia produciendo las muertes pagaron con años de cárcel su crimen, para éstos en mi opinión, tal vez sirva de atenuante, el hecho de que el suceso se produjo entre un conjunto de circunstancias   nada apropiado para que entre los vecinos reinara la cordura.


LOS SUCESOS COMO LOS CONTÓ EL DIARIO “EL GLOBO”.

El martes 29 de febrero (1876) ocurrió en el pueblo de Azuara uno de esos dramas sangrientos que difunden la consternación y el espanto por sus proporciones y sus terribles consecuencias. Como día de carnaval, salieron mascaradas de jóvenes, una de las cuales, compuesta de individuos del ayuntamiento, se encontró con otra e indicó a lo que parece propósitos de embarazar el transito, cruzándose con tal motivo provocaciones sañudas y disparándose armas de fuego con tal furia que el sitio  de la ocurrencia semejaba un campo de batalla.
Triste resultado da esta horrorosa reyerta fue la muerte de un vecino apellidado Alcalá, padre de un guarda dependiente del municipio y de un transeúnte que a la sazón tuvo la desgracia de pasar por aquel sitio; a mas fueron heridos el vecino Castel gravemente. Alcalá (hijo) y otro de los transeúntes, a quien cupo también la desgracia de hallarse  próximo al lugar de la lucha.
Con tales sucesos,  el pueblo de Azuara se halla profundamente alarmado al considerar las consecuencias que puede producir  el encono de las antipatías políticas, causa, según pública voz, de esta colisión horrible.
“El Globo” (Madrid) 4 de marzo de 1876

SEIS AÑOS MÁS TARDE SALIÓ LA SENTENCIA Y ASÍ LO CUENTA “EL DÍA”

Se ha visto recientemente en la audiencia de Zaragoza la famosa causa por los sucesos de Azuara.
La tarde del 29 de febrero de 1876 se hallaba el pueblo de Azuara  celebrando el carnaval y la terminación de la guerra civil, con cuyo motivo salio el ayuntamiento de rondalla, acompañada de los guardia municipales y algunos vecinos, haciendo lo mismo otros vecinos que prepararon al efecto convenientemente un carro, y en él iban tocando la música, entre otros, D. José Castell con dos hijos suyos de corta edad, y detrás el juez municipal D. Domingo Tomás,  y    Miguel Martínez, a  caballo  pidiendo para los heridos en campaña.
En tal forma recorrieron ambas  rondallas las calles de la población, pero al pasar la ronda del carro por la calle Mayor y calle de D. Santiago Aniesa, donde poco antes había entrado la del ayuntamiento, salieron de ella algunos vecinos del municipio pronunciando las palabras de “alto el carro, alto el carro”, al mismo tiempo que uno de los guardas, navaja en mano,  se dirigía  y tomaba de los cabestrillos la mula de varas. En estos momentos, y después  de haber mediado algunas palabras, sonó la detonación de un disparo, de arma de fuego,  que fue secundado por otros varios, y se produjo la alarma y desorden consiguientes entre las muchas personas que transitaban por la calle, sucediéndose  distintas y parciales agresiones, y tomando en ellas parte activa los que componían ambas rondallas, cuyos ánimos se hallaban con anterioridad  algún tanto predispuestos por cuestiones de localidad y aún por haber sido destituido en aquellos días el ayuntamiento que presidia D. Joaquín Alcalá.
Consecuencia de estos hechos fue la muerte del síndico del ayuntamiento, D. Joaquín Alcalá, del guarda Amado Fleta y de Cipriano Obón, resultar gravemente heridos el secretario del juzgado municipal D. José Castell,  D. Joaquín Alcalá, hijo del síndico y el vecino Diego Obón, algunos atentados contra la autoridad y varios disparos de arma de fuego.
La sentencia dictada por el juzgado condena a D. Miguel Martínez, como autor del homicidio de D. Joaquín Alcalá, a la pena de catorce años, ocho meses y un día de reclusión temporal; a Narciso Nalvaiz, José Nalvaiz y Domingo Fleta, como autores también del homicidio de Cipriano Obón, a igual pena a cada uno; á Narciso Nalvaiz, como autor asimismo de las lesiones a D. José Castell, á la de tres años de prisión correccional; a Juan José Alconchel, por disparo de arma de fuego, a cuatro meses de arresto mayor, y a Gonzalo Gorgas, por igual delito, a dos años de prisión correccional.
“El Dia” (Madrid) 14 de enero de 1882.

JoseRomán Roche Nebra

viernes, 28 de junio de 2013

Azuara 11 de mayo de 1834 (III)


Concluimos la muestra de material histórico documental sobre Azuara desarrollado en dos capítulos anteriores. Por no prolongarlo en excesivo y por carecer de importancia, se omiten algunos capítulos finalizando así el informe socioeconómico de Azuara en 1834. En este capítulo se informa de  un tema primordial: la educación.



Artículo 12.
En este pueblo hay una escuela de primeras letras para la enseñanza de niños, pero ella no produce la enseñanza o educación necesarias, pues sin embargo de ser este pueblo de dilatado vecindario, apenas contamos  más de treinta muchachos.
Los demás están entretenidos en la vagancia, destruyendo las huertas los arbolados y paredes de cercados por sacar un miserable caracol;  otros andan por calles incomodando al vecindario con sus juegos y griteríos;  otros están dedicados con sus padres al cuidado de cerdos y bueyes, saliendo a pastores con ellos de día y de noche, con lo que talan los campos y arbolados y los muchachos que los cuidan asaltan los cercados hurtando cuanto hay en ellos.

Así pues, es urgentísimo no castigar a estos muchachos por su desgraciada educación, pues en vez de corregir, el castigo irritaría y lo más oportuno es precisar a sus apáticos padres que los manden a la escuela, hasta la edad cuanto menos de  doce años, porque hasta esa edad no pueden producirles ninguna utilidad, y el dejarles en vagancia sin educación alguna puede producir los males narrados y los que son consiguientes a su mala educación y total abandono.

El método que observa el maestro es el mandado por el Gobierno según el Reglamento que mandó a los pueblos, pero no según  el método de don Mariano Vallejo. Se nota aprovechamiento  en aquellos alumnos que concurren a la escuela todos los días del año, que son los menos dice el maestro, y según dice él mismo, no concurren  ni aún la mitad, que  serán sobre sesenta, y éstos en los meses de noviembre hasta marzo,  y de ahí en adelante unos treinta porque desde esta época  principian a producir  las huertas y los emplean sus padres en el cuidado de ellas para que los demás muchachos que andan vagando no hurten sus producciones.
He aquí porque esta porción de niños que se instruyen en los meses  referidos pierden  en los meses restantes  que no concurren todo cuanto han aprendido. 
Estos males no se evitaran con el castigo, sino con un celo que  con el tiempo remedie abusos inveterados. Los muchachos que deban asistir a la escuela  según el vecindario son sobre porción seis. El local o escuela es suficiente para la enseñanza, pero no tiene el aseo o limpieza necesaria. Así pues, es necesario repararla y darle luces y comprar carteles para la instrucción.

El maestro tiene la suficiente instrucción  para enseñar primeras letras. Su dotación consiste  en 1.500 reales de vellón, pagados del fondo de Propios y doce cahices de trigo centenoso que se reparten a los padres de los muchachos, los cuales se cobran mal y en peor calidad de lo que es su especie.
El Capítulo  Eclesiástico le da al Maestro por tocar el órgano ochocientos reales de vellón, pero para que  el maestro se dedique únicamente a la enseñanza sin distraerse a otros objetos, y pueda enseñar otros conocimientos, es necesario aumentar dotación cuanto menos hasta 5.000 reales, o cuando ésta no pareciese conforme, V.S. determinar lo que estime por conveniente.

Escuela de niñas no hay en este pueblo, sin embargo de que es uno de  los establecimientos más necesarios para el vecindario, pues da lástima ver el bello sexo  en tan adusta ignorancia porque las más de las jóvenes contraen matrimonio sin saber las precisas y necesarias labores con que han de sostener  decente a su familia y en parte contribuir con su  trabajo a la subsistencia. De modo que el estado en que se encuentran ofrece el cuadro más lastimosos viéndolas  tan desaliñadas y rotas sus ropas, en vez de serlo atractivo como es natural y peculiar en su sexo.

Los únicos medios que puede proponer el Ayuntamiento para pagar el aumento de la dotación del Maestro  y la que se establezca debe darse a una maestra de niñas que sepa enseñanza, además de sus labores, leer, escribir y cantar.
Son las cantidades que produzcan las heredas que pertenecen a este vecindario y se daban al abastecedor de la carne, y ahora que V.M. (que Dios guarde)  ha concedido la libertad de comercio y que todos venderán libremente la carne, las puede arrendar y sacar a pública subasta, como en efecto se han (…) quedan transadas  y se sepa lo dan de ellas se enviara a V.S.  Y formara el correspondiente expediente como se tiene mandado para que se doten al Maestro y Maestra, y ello dará  a este vecindario atrasadísimo  el mayor de los beneficios, pues sin él se harán infelices y despreciables.

Fuente: J.G. “Boletín Municipal” Azuara año 1986.

JoseRomán  Roche Nebra

martes, 11 de junio de 2013

Azuara 11 de mayo de 1834 (II)

Continuamos con el informe socioeconómico del Ayuntamiento de Azuara realizado el año 1834.

Artículo 11.
En este pueblo existen 6.000 cabezas de ganado lanar; vacuno no hay. Es el ramo principal de este pueblo, como que sin él perece la agricultura por la falta de estiércol para esta tierra  de  huerta cascajosa y pobre de sustancias, y las aguas con que se riega   son de manantiales que la estraga; de modo que sin abonos no produce ni un cinco por ciento con respecto a lo que se estercola y las de monte son igualmente cascajosas y muy flojadas que necesitan muchos más estiércoles para producir, de modo que por la falta de ellos no produce en proporción de las tierras que se estercola; y por falta de estiércoles dividido el monte en diez dimensiones, la una sola esta en cultivo pudiendo si los hubiere subsionarse  y producir en abundancia los cinco, y la causa de no haberlo es el poco ganado que hay en este pueblo respecto  del que se puede mantener en su dilatado monte; pues aunque es susceptible  de mantener 24.000 cabezas de ganado, aun para las 6.000 no queda suficiente yerba pues en virtud del privilegio que disfrutan los ganaderos de Zaragoza de ir a pastar con los ganados a todos los montes del Reino de Aragón,  agolpan en este la mayor parte de sus rebaños desde San Juan de Junio hasta mitad de octubre, de modo que ha habido temporada que se han contado en este monte más de treinta rebaños de zaragozanos (…).


Yerba la tiene, la deja talada para el invierno y se van a sus campos que los tienen guardados y limpios, y como queda talada la tierra los ganados del pueblo perecen resultando de ello como es consiguiente muchas mortaleras, por manera que contándose en estas épocas en este pueblo 15.000 cabezas de ganado, en el día no pasan a las 6.000 dichas. El haber habido en otras épocas las 15.000 cabezas  de ganado consistía en que  tenían y disfrutaban  del ruinoso privilegio; no acudían en tanto numero  de ganados y los que había podían pastar mejor y ésta es la causa de la decadencia de los ganados, de la agricultura y sus vecinos.

Además de los perjuicios que causan los ganados zaragozanos a esta población por el  remonte que tomaría el ganado si no vinieran y  la gran producción que tomaría la agricultura con los estiércoles, causan otra no menos perjudicial  cuales comenten por los llanos y ganados, los campos y faginas, pues es tal el libertinaje de los pastores apoyados en el poderío de sus amos, que aniquilan y roban cuanto hay en las huertas y monte resultando muchas cuestiones entre ellos y los labradores llegando  las más veces a las manos, lo que no puede impedir la vigilancia del ayuntamiento; todo más causa otros perjuicios bien considerables a la agricultura, pues pasan sus ganados a éste cuando la tierra esta llovida  por las huertas preparadas para el año siguiente pisándolas en blando  dejándolas en peor estado que si se sembrase sin subsionar.

También causan otro perjuicio con sus ganados a ese vecindario aniquilando sus leñas con los ganados y con las grandes hogueras en sus majadas. También se niega el pueblo a limpiar las balsas porque se beben el agua de ellas y a limpiar las acequias porque cuando bajan a abrevar sus numerosos rebaños las enrrunan; los propios tienen más yerbas que pertenecen a los ganaderos de ese pueblo  pagando a los propios los mismos la cantidad en que se tasan; cuyas yerbas se venden el día primero de agosto, las que seria  muy útil y conveniente a los propios el venderlas el día de San Juan de junio y valdrían muy a los propios; y aunque ha tratado la junta de propios venderlas en dicho día, los ganados de Zaragoza les mandan a sus pastores que no las guarden hasta el 15 de agosto porque no ha sido costumbre el venderlas hasta dicho día, sin embargo de que dichos ganaderos zaragozanos venden sus campos el día de San Juan de junio.

El común tienen un Bolar destinado para la dale del pueblo y desde el 1º de noviembre tienen derechos los ganaderos del pueblo de entrar con sus ganados a pastar. El pueblo tiene parideras que se daban al abastecedor de la carne del pueblo.
Los grandes de este pueblo no transhuman a otros montes más que a los vecinos y se mantienen todo el año en su mismo monte. En la huerta tiene algunos vecinos prados artificiales de alfalces  y producen bastante bien.

Fuente: J.G. “Boletín Municipal” Azuara año 1986
Jose Román Roche

lunes, 20 de mayo de 2013

Azuara 11 de mayo de 1834 (I)


Esta información la publicamos  en el cuadernillo “Boletín Municipal” en septiembre de 1986.  Han pasado 27 años y he creído importante  publicarla nuevamente, esta vez, en un medio que tiene más alcance.

JoseRomán


El DOCUMENTO:

En 1834 la Delegación de Fomento de la provincia de Zaragoza, solicita al Ayuntamiento de Azuara un informe socioeconómico haciendo un total de 19 preguntas. Las respuestas por artículos y el encabezamiento del informe comienzan así:

Ex. Ayuntamiento de Azuara Partido de Daroca. En virtud del interrogatorio que con fecha del 22 de enero se sirvió V.S. dirigirme preguntándose  sobre todos ramos que constituyen la riqueza pública de los pueblos,  decimos a cuantos Artículos hay en el referido  interrogatorio los siguiente:

1- Como población se compone de 480 vecinos, de ellos, 100 vecinos son peones jornaleros del campo, la mayor parte de los vecinos están dedicados a la agricultura, como unos  treinta dedicados a la fabricación de ropas de lana. Esos fabricantes hace unos 12 años que prosperaban, y en el día están decaídos porque sus ropas que llevaban a vender a Zaragoza, no tienen despacho.

2- En el periodo de  veinticinco a treinta años se daba a esta población decaída  la riqueza pública y los artículos de que se compone en la agricultura. La causa de esta decaída y no prosperar es la falta de extracción de las producciones agrícolas y demás razones que abajo se indican.

3- La clase de tierra que se cultiva en este pueblo de huerta y de monte o secano. En los de huerta se cultivan la tercera parte pertenecientes al Estado Eclesiástico  con que como no pertenecen a los clérigos esa propiedad particular  no tratan  más que sacar las fincas en perjuicio de las mismas fincas, las que  en manos particulares  producirían doble y como no tienen interés directo en ellas, no plantan en sus fronteras chopos, y es causa de que se lleve el río las heredades a los particulares que están inmediatas a sus campos; las demás heredades que pertenecen a los particulares están gravadas con censos a favor  del Estado Eclesiástico  con grave perjuicio de la agricultura. La huerta tiene aquí su riego y la dirección a él  y la limpieza de sus acequias (…) y en la actualidad de los regidores y el descuido precoz y la apatía de los labradores en limpiar las acequias es causa de no estar en  mayor abundancia el agua para los rigurosos calores de julio y agosto en cuya época escasea  para algunas partidas. En el monte se cubrían como unas 20.000 juntas de tierra con inclusión de 7 pueblos que tienen comprada tierra en este monte.

4- En este pueblo todas las cosechas ofrecen ventajas  si tienen extracción y todas proporcionan sobrantes  para otros pueblos y mercados, excepto la cosecha de  aceites; los labradores se dedican a la plantación de chopos confrontantes a la Rambla, en número extraordinario; pero si los grandes ribazos de esta huerta se plantasen de todas las cantidades de árboles fructíferos producirían una gran utilidad a la agricultura; especialmente morales, pues ha habido épocas que se han cogido en este pueblo ocho mil libras de seda; y en el día  no hay morales ni se plantan, pues de los pocos morales viejos que hay  se cogerán 50 libras de seda, la causa de no cogerlos los labradores es que   los muchachos que vagan por las heredades buscando caracoles estropeando los ribazos y paredes de los cerrados les hurtan las frutas; el Ayuntamiento no puede remediarlo por los muchos con quienes tiene que chocar.

5- En los términos de este pueblo se encuentran terrenos destinados a criar carrascas, pero no producen; (…) De los campos de los particulares se gastan abundancia de chopos que sirven para la construcción de edificios y suministran leños a los mismos, su estado es el de prosperidad. De los particulares no hay monte y del común tampoco.

6- Feria de Ganado Mulero y Caballar no hay en este pueblo, ni es un objeto interesante que pueda   producir más riqueza pública, respecto que en este pueblo no hay  pastos naturales, o lo que llamamos prados, así es que en este pueblo no hay más que tres o cuatro yeguas de vientre que  mantienen los los labradores a expensas de sus graneros y aunque  no ha muchos años llegaba el número a 14, éste se ha disminuido por las trabas e impuestos que tenían que pagar sus dueños por los decretos que hasta aquí regían.

7- El estado de los caminos, puentes y calzadas  es sobre los que manifiesta el Cuerpo Municipal el mayor interés  para su bien y prosperidad, pero sin embargo se encuentran enteramente destruidos, y los caminos intransitables. Los municipales proceden en su reparación llamando a los vecinos por barrios, pero éstos no quieren trabajar y así es que  se pierde mucho tiempo  y siempre se encuentran intransitables con grave perjuicio de los transeúntes y de la agricultura; y el único medio de ponerlos transitables es ajustando jornaleros  y pagarles su jornal de los gastos del pueblo.

8- La cárcel de esta pueblo  ni ofrece seguridad ni salubridad, ni hay en ella para hacerla segura y salubre respecto de que este pueblo es pedáneo y todos los reos se remiten al tribunal de Daroca que es la jurisdicción a que pertenece.

9- En este pueblo hay una casa con el nombre de  Hospital, pero no tiene ninguna de las  propiedades características  de la comodidad de los enfermos, ni propiedad  ni ningún  censo para sostener la humanidad doliente y por consiguiente ni patrono ni personal encargados  de su dirección y cuidado de algún miserable que su absoluta necesidad lo reduce a  recogerse a la  nominada casa  hospital; tampoco hay ningún  hospicio o casa de beneficencia.

10- En este pueblo no se observan ningunos órdenes ni reglamentos en beneficio de la Salud Pública ni policía urbana, pues a las calles tiran los vecinos las aguas inmundas y materias fecales, y  o se impide  porque es preciso chocar con todos, y si se les saca la multa tratan al ayuntamiento de estafador, por lo que se  detiene el Ayuntamiento  de cumplir  con su obligación.
También hay estercoleros  en las plazas y calles, el empedrado se halla estropeado y las fuentes de que se surte la población de agua están arruinadas de modo que su agua es impotable pues sabe por falta de darle corriente y limpieza. Por lo que respecta al cementerio lo tiene esta población construido extramuros  conforme esta mandado.

Fuente: J. G. “Boletín Municipal”  Azuara septiembre de 1986

viernes, 3 de mayo de 2013

Azuara, elecciones a Cortes 1845.

Este es un primer artículo de una serie que preparo  sobre sucesos en Azuara ocurridos durante un periodo que va de 1845 a 1940.  Me perdonaréis que me extienda  en la introducción, pero considero importante que sepamos el contexto histórico en el que se desarrolla la vida de los azuarinos, en esa parte del siglo XIX y principios del XX. Una época en la que los azuarinos y azuarinas estuvieron marcados en sus vidas por el paso de  varias guerras civiles, mortandad por enfermedades, hambre y gran carencia de derechos y libertades.

Del año 1833 al 1843 se le llama periodo de regencias en España, es un período de transición hacia una sociedad de carácter liberal capitalista. 
Los Progresistas defienden la soberanía nacional y limitar los poderes de la corona.  Forman parte de ellos los sectores más dinámicos de la burguesía nacional y la masa popular anticarlista y anticlerical. 
Los Moderados son los representantes de la oligarquía del liberalismo.  Lo componen las viejas fuerzas del antiguo régimen que se disponen a entrar en la nueva  sociedad. Su ideología se basa en el liberalismo. Son partidarios del proteccionismo económico y procuran la unión iglesia - estado. La integran terratenientes y funcionarios de prestigio.
Estaba vigente la  Constitución de 1837 y las elecciones  generales dieron la victoria a los llamados moderados, debido al conservadurismo del campo español que suponía el 80% de la población.
Cuando los moderados llegan al gobierno elaboran una ley  por la que se otorga  al gobierno  el nombramiento de los  alcaldes de las ciudades de más de 2.000 habitantes  y en  las de menos, lo decide el gobernador provincial.

En 1840 hay una rebelión de los progresistas y se organizan numerosas juntas. El general Espartero se pone al frente de las fuerzas insurgentes y asume el gobierno. El país pasa a estar dirigido por un gobierno-regencia que convoca elecciones que son ganadas aplastantemente por los progresistas.
Los progresistas, una vez en el poder, aceleran las reformas. En 1841 se completa la desamortización con la venta de las propiedades eclesiásticas en las ciudades. Se reduce el presupuesto militar lo que crea un gran malestar en el ejército encabezado por Ramón María Narváez.  Durante los tres años de regencia de Espartero (1840-1843)  se producen numerosos pronunciamientos apoyados desde el exterior por la reina madre Mª Cristina de Borbón. 
Espartero pone en marcha una política económica tachada de librecambista lo que se considera como un ataque a la industria nacional. El movimiento de protesta  es brutalmente reprimido por Espartero  con el bombardeo de Barcelona. En este clima de inestabilidad el regente convoca elecciones en 1843 de las que el partido progresista sale dividido en dos facciones: La militar y la civil encabezada por Olózaga que enseguida conspira contra el regente Espartero. Todo este descontento cristaliza en el pronunciamiento de Narváez que en 1843, viniendo desde el exilio, desembarca en Valencia y se dirige a Madrid con el apoyo de diversas unidades militares. Triunfa el pronunciamiento y Espartero abandona el poder. De esta forma acaba el período de regencias y comienza en 1843  la etapa de reinado de Isabel II.

El caciquismo  de la época.
Las elecciones en España estuvieron marcadas por el fraude. Unos mecanismos fraudulentos que empezaban por la manipulación del censo electoral, y la duplicación de sufragios.
El proceso de preparación de las elecciones comenzaba con el «encasillado», operación mediante la cual el Ministerio de la Gobernación rellenaba las «casillas» correspondientes a los distritos con los nombres de los candidatos que el Gobierno estaba dispuesto a proteger. Estos candidatos podían ser del partido en el poder o de la oposición. Porque el encasillado no era simplemente una orden gubernamental, sino el resultado de arduas negociaciones entre las diferentes fuerzas políticas. De hecho, en el mismo partido que controlaba el Consejo de Ministros solían existir distintas tendencias, representadas por los jefes de filas de diversas clientelas, los cuales exigían un número u otro de escaños parlamentarios dependiendo de sus fuerzas. 
Tras este tramo del encasillado, que se llevaba a cabo en Madrid, las negociaciones continuaban a nivel local, por medio del representante del poder central en cada provincia, el gobernador civil. El gobernador buscaba el acuerdo con los caciques de su marco de competencia, para conseguir ajustar los resultados de éste a los deseos del Ministerio. Los caciques, que controlaban los diferentes cargos importantes (en los ayuntamientos, juzgados, etcétera), actuaban de acuerdo a su influencia, y a menudo imponían su voluntad al representante gubernamental. Lo normal era que los consistorios municipales y los jueces de la oposición dimitieran en favor de los oficialistas, pero la autoridad podía verse obligada a suspender en sus puestos a quienes no lo hicieran voluntariamente. 
El fenómeno caciquil se ilustra perfectamente con la anécdota del cacique de Motril, en la provincia de Granada. Cuando llegó el resultado de las elecciones, se lo llevaron al Casino del pueblo. Lo ojeó y, ante los expectantes correligionarios que lo rodeaban, pronunció las siguientes palabras: 
“Nosotros, los liberales, estábamos convencidos de que ganaríamos las elecciones. Sin embargo, la voluntad de Dios ha sido otra. Al parecer, hemos sido nosotros, los conservadores, quienes hemos ganado las elecciones.” (Wikipedia)

El año 1843, se aprobó una ley electoral que estableció el voto censitario masculino. SOLO tenían derecho de voto los ricos,  y los varones de determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, curas párrocos...  aún así, el fraude electoral era la norma. 

Elección de diputados a Cortes 
Zaragoza 19 de noviembre de 1845.
La elección parcial de dos diputados a  Córtes y un suplente por esta provincia se anuncio con anticipación por la actividad que desplegaba la autoridad pública, previniendo y sermoneando a los alcaldes de los pueblos para que dispusiesen el ánimo de los electores en favor de la candidatura del gobierno, que ya de antemano había remitido. El interés y animación en ellos creció con la llegada de D. Eusebio Calonge, oficial del ministerio de la guerra, uno de los candidatos, que revestido de las más amplias facultades para conseguir el triunfo, varió en seguida la candidatura excluyendo al  señor Oribe, por ir en la de Logroño y  le reemplazo  el señor don Benito Fernandez.
Por el gobierno se remitieron a los alcaldes y personas influyentes de los pueblos, con recomendaciones y advertencias de toda especie.

Zaragoza 20 de noviembre.
Mientras don Isidoro Ramírez, juez de primera instancia de la ciudad de Zaragoza, se hallaba votando y esperando el resultado del escrutinio  para la  formación de la  mesa, se olvidó de que había citado a juicio multitud de personas, y las tuvo  esperando  hasta las dos y media, quedando, por consiguiente, el administrar justicia para otro día.

El resultado de la votación en este distrito en el día de ayer, es el siguiente: 

Candidatura del gobierno.
Don Eusebio Calonge,.......................40 votos
Don  Bonito Ferrandez …..................34  
Don Felipe Fernandez de Castro........37

Candidaturá progresista. 
Don Juan Antonio Milagro ….............170 votos
Don Pió Laborda.................................172 
Don Mariano Montañés......................166

El primer elector que se presento ayer en el distrito de esta capital fue D. Gerónimo Muro, comisario de policía y abogado de este colegio; tomo su papeleta, votó, y como elector permaneció hasta terminado el escrutinio, sentado en un banco junto a la mesa. Es mucho el celo de algunos electores.

Los progresistas han ganado las mesas  en los distritos de Belchite y Azuara. 
Al principiar la votación para la mesa en Belchite, cierto sujeto dijo, que si votaban a favor del gobierno se retiraría  el comisionado de apremio que pesa sobre aquella población, y que desterraría al que no votase la susodicha candidatura; a lo que contestaron con entereza los electores, que podría hacer lo que gustase, pero que ellos, volarían por quien tuviesen por conveniente. La mesa resultó progresista. 

Cuéntase que en Azuara, habiendo ganado la mesa los progresistas, fueron echados sus componentes del local a palos por los absolutistas, e hicieron que se votase otra vez, resultando también progresistas. Vaya un modo de insinuarse la influencia del gobierno, y qué tenacidad  de los descamisados en componer la mesa. 

El periódico finaliza la información burlándose  de un candidato:
“El diputado en ciernes por algunos distritos de la provincia de Zaragoza, don Eusebio Calonge (candidato del gobierno), se presentó ayer de toda gala en un besamanos que tuvo lugar en casa del capitán general.” 

Fuente: “El clamor público”. Periódico político progresista, literario e industrial. Domingo 23 de noviembre de 1845.

Jose Román Roche Nebra