viernes, 27 de julio de 2012

TEODORO GASCÓN BAQUERO



   A Teodoro Gascón Baquero podríamos llamarlo azuarino, aunque naciera en el año 1850 en Ojos Negros.  Se trataba del hijo menor de una familia muy numerosa, en la que uno de los hermanos, Domingo, fue presbítero y llegó a ser director del seminario de Belchite.

   Desde los 16 años vivió en Azuara. Su padre era el boticario por aquel entonces. Continuó los estudios primarios en Azuara y, tras la conclusión del bachillerato en Zaragoza, cuando le llega la hora de elegir carrera se decide por la de farmacia, más por salir de Zaragoza donde no existía esta facultad, que por verdadera afición a la farmacia o a la botánica.

   Tras acabar sus estudios de farmacia en Madrid, donde hizo compatible la vida de estudiante con la de dibujante, sus dibujos fueron muy aceptados entre los periódicos de la época llegando a ser muy solicitados por los más importantes periódicos madrileños, lo que le permitió acabar sus estudios, y con el título de licenciado en farmacia en el bolsillo, cuelga pinceles, lápices y demás bártulos de dibujar, y decide sentar la cabeza y dejarse de “fantasías artísticas”. 

   Retorna a la casa paterna de Azuara, dispuesto a labrarse un porvenir llevando a la práctica los estudios realizados. Abre una botica en el pueblo y se centra en la composición y venta de medicamentos. Pero desde Madrid las revistas reclaman con insistencia sus dibujos, y alterna el despacho de recetas con los apuntes y bocetos artísticos que periódicamente remite a la capital. Fue boticario de Azuara durante 16 años.

   Se convirtió en el más grande ilustrador de Cuentos Baturros, debido al contacto que mantuvo con los habitantes del mundo rural junto con sus extraordinarias dotes de observador que, le proporcionaron multitud de modelos para sus dibujos. La expresividad de sus personajes le permitió utilizar textos muy breves en sus cuentos y chascarrillos.

   Así narra cómo conseguía la inspiración y en donde nacía esta, (no podía ser en otro lugar más que en Azuara) para escribir y dibujar sus Cuentos Baturros en una entrevista que le fue realizada y publicada el 13 de marzo de 1906 en el periódico El Imparcial en su edición de Madrid:
 “La botica de mi historieta está en el partido de Belchite, en la villa de Azuara. Allí se dio forma o ser literario y pintoresco a los Cuentos Baturros, y durante dieciséis años pasaron desde  la calle, el camino o la venta, a través de la rebotica, donde eran adobados miles de ellos, a los periódicos de Madrid, figurando la colección más numerosa en Blanco y Negro.”

La gramática parda, el gracejo, la ironía, surgen en tales chistes ó cuentos de un corazón de almogávar tan sencillo como rudo. Véase como ejemplo este del concurso, en que el matraco parece modular su socarronería con una trompa de caza de las que atruenan los montes. 
¿Qué tal han istau las fiestas de tu pueblo?
Malas. El año pasau pué que estuviéramos doscientos borrachos en la plaza; este año mi padre y yo solos 

  El Cuento Baturro recogido de labios del pueblo en quien tantas preciosidades se pierden, es hoy, gracias a Gascón, un género literario y artístico que aporta datos interesantes para el estudio de la psicología de sus paisanos. Género humilde, pero a muchos que pretendían cultivar otros más elevados en artículos, libros y lienzos, se les deberá menos que a Gascón. 

   Teodoro Gascón Baquero falleció en Madrid en 1926, tras haber publicado sus obras en multitud de periódicos y semanarios de distintas ciudades de España, gracias a las cuales muchos de los hechos cotidianos que ocurrían en Azuara salieron a la luz más allá de los límites de nuestro pueblo dentro de sus magnificas viñetas, consiguiendo además hacernos esbozar una sonrisa.

   Sirva este articulo como pequeño homenaje a este azuarino de adopción, y sirva también como acicate para que se recupere un género tan nuestro y tan poco valorado a lo largo de la historia como es el Cuento Baturro.

Enrique Sancho Gutiérrez, agosto 2012.

Os dejo un enlace en el cual podréis leer, disfrutar con sus viñetas y reíros con alguno de esos Cuentos Baturros:
http://www.xiloca.com/data/Bases%20datos/Biblio%20electro/Cuentos%20baturros.pdf

lunes, 9 de julio de 2012

Las Casas de Juan Calvo (I)

Recuerdo Azuara en los años 50 y principio de los 60,  en esos años  la   población  era   sobre los 2.200 habitantes;   se lavaba la ropa en las acequias y se bebía el agua en botijos;  había carros tirados por caballerías y mucha vida en las calles y campos;  había pobreza económica, pero había algo de  apego al medio en el que se vivía.  Yo nací en una de las “Casas de Juan Calvo” también llamada “Calle de las Flores”  el verano de  1949, el final de la calle es un  balcón natural donde   puede verse la cercana huerta y las Peñicas al fondo.   A la entrada de la calle la primera casa era habitada por Luís y Celedonia “los Banderos” sus cuatro hijas y un hijo, que me perdonen pero no recuerdo sus nombres; la segunda casa era de  Manuel ”el Pititay” y  señora Antonia,  su hija  Carmen,  Manuel y Felipe que nació en ella el año 1937; seguía la casa de Martín Lahoz y la señora Maria “los Mocicos” con  sus hijos Lupercio, Jesús, Ramón, Maria y Carmen;  luego  la casa de  Isidoro Soriano y Pascuala con sus tres hijas Nati, Pilar y Maribel; llegamos a la casa de Catalina “la Cebolla”, Teresa  y Tomás “el Ventero” con  sus dos hijos Jose Román y Daniel; sigue la casa de Domingo Barreras “el Piolo” y la Masi con su hijo Rogelio; la casa de Pascual Fuertes “el Zabal”   y su esposa Josefa;   la última casa era la de  Juan Calvo quien construyo todas ellas,  yo  era un niño pero tengo buenos recuerdos de él así como de su hijo Joaquín que de estudiante  venia todos los veranos a ayudar a la recogida del cereal. Estoy hablando de los años 50, al parecer antes de 1935 en las casas vivieron otros vecinos de Azuara en la modalidad de alquiler hasta que poco a poco se fueron comprando las viviendas. He de reconocer que me ha dado felicidad  haber nacido  en una de estas casas  y crecer en esa calle de este pueblo.



Las  ocho casas fueron construidas a medida de las necesidades de familias que se dedicaban a la agricultura con una igual distribución interior: planta baja con  acceso al patio, 2 habitaciones,  cocina, y entrada a la cuadra con salida   al corral y  puerta zaguera a la calle de  atrás; la planta superior  tenia  dos o tres dormitorios y  granero. Construidas con paredes de  piedra caliza de muy buena calidad y   ventanas pequeñas para mayor aislamiento de los extremos del  clima. Estas casas han cumplido ya alrededor de   85 años y están  sólidas como cuando se construyeron, pero  este año  tres propietarios han querido “sacar la piedra” de sus fachadas.  Como puede comprobarse en las fotografías, la piedra de las fachadas estaba semi oculta ya que cuando se construyeron se trataba de darle la mayor solidez a las fachadas y no importaba tanto la estética,  este año los  albañiles  han intervenido  quitado el yeso y restos de viejos encalados de las piedras y han realizado un nuevo rejuntado  de manera perfecta con mortero de cemento, también  se han mejorado  ventanas  y puertas dándole a las fachadas una estética  muy agradable.


Los propietarios de las casas se merecen una felicitación por la decisión que han tenido en “sacar la piedra” y también   los albañiles por el trabajo bien  realizado, aunque en mi opinión  podía haber quedado  mejor  si el  mortero de rejuntado hubiera sido de cal (1) añadiéndole   algún pigmento de  color tierra que resaltara  lo justo con la piedra caliza. 

Desde aquí animo a los vecinos que quieran realizar mejoras en las fachadas de sus casas, a que lo hagan resaltando   aquellos elementos de obra tradicionales  que están semi ocultos y que aun quedan en muchas de las casas de Azuara.

Jose Román Roche Nebra

NOTA: (1) Solo la cal aérea tiene capacidad bioclimática y es capaz de conservarse en perfectas condiciones durante siglos, ya que posee poros que dejan transpirar las paredes y al mismo tiempo la impermeabilizan. (Wikipedia)

martes, 3 de julio de 2012

LA BANDA DE MÚSICA DE AZUARA EN FUERTEVENTURA



De izquierda a derecha. De pie: Ángel Torrecillas, Ramón Górriz, Adolfo Santarromana, Blanca Beltrán, Andrés Gómez, Rafael Gracia, Marcos Grasa, José Antonio Fleta, David Hernández, Vicente Romero, Mari Luz Gracia, José Manuel Sanz, Miguel Ángel Vallés, Francisco Gimeno, Marina Martínez, Enrique Sancho, Rafael Rodrigo (director).                                                                                                              
De izquierda a derecha. Agachados: Laura Barreras, Elena Alconchel, Rosana Alconchel, Isabel Górriz, Miguel Roche, Joaquín Gimeno, Beatriz Górriz, Eva Fleta, Nieves Roche, Alejandra, Mari Paz Ballesteros y Mercedes Alcalá.
Autor de la fotografía Javier Roche.

   Durante los pasados días 25 al 29 de junio, la Banda de Música de Azuara participó en el festival que se realizó en el municipio de Pájara  “5 días de Música”. Un festival que además de la participación de la única Banda de Música existente en la comarca, también contó con la participación de la Banda de la Ciudad de Arucas (Las Palmas de Gran Canaria) así como la anfitriona, la Banda de Música de Pájara.
   A lo largo de esos días se realizaron por parte de la Banda de Música de Azuara una serie de 5 conciertos en las localidades de Morro Jable, Costa Calma y La Lajita, todas comprendidas dentro del municipio de Pájara, al sur de la isla canaria de Fuerteventura.

Cartel del festival

   Hasta allí, tras haber sido invitados el verano pasado por Javier Santos Alocen director de la Banda de Pájara, se desplazaron los casi 30 músicos que componen esta formación que desde hace casi 25 años llena de música las calles de nuestro pueblo, además de todos y cada uno de los pueblos de nuestra comarca, dejando bien alto el nombre de Azuara, tanto por su calidad musical como por sus ganas de convivencia y de aprendizaje con otros músicos de los cuales nos separan casi 2500 kilómetros.

   El primer día se realizó un concierto en el casco antiguo de Morro Jable, con el océano Atlántico como gran espectador de nuestra música, ante una gran cantidad de gente que hasta allí se acercó para disfrutar con nosotros de ese momento tan especial.

   El martes tocó hacer doblete. Comenzó el día con un concierto en la localidad de Costa Calma, localidad cercana a Morro Jable de gran interés turístico para alemanes e ingleses, los cuales también nos arroparon en nuestra actuación. Para después por la tarde realizar otro concierto de nuevo en la parte más nueva de Morro Jable (Las Playas de Jandía) el cual la calima y el siroco (vientos predominantes de la isla) tampoco quisieron perderse, condicionando un poco nuestra actuación.

   El jueves nos desplazamos a La Lajita, y de nuevo el marco en el que se iba a desarrollar este cuarto concierto nos impresionó.  Nos impresionó de tal manera que, tras acabar el concierto, nos acercamos a su playa de negras arenas, con sus barcas en tierra y en el mar, sus montañas y el océano Atlántico a nuestras espaldas, para tocar la canción “Soy de Aragón” de una de las maneras más emocionantes que jamás la Banda de Música de Azuara haya tocado.

En la playa de La Lajita, tocando “Soy de Aragón”

   Este festival culmino el viernes con el concierto que reunió a las tres Bandas participantes de nuevo en Morro Jable. Actuó en primer lugar la Banda de Música de Pájara, a continuación la Banda Ciudad de Arucas y después la Banda de Música de Azuara. Para terminar el concierto las tres bandas, las cuales sumaban un total de alrededor de unos 130 músicos, se unieron para interpretar tres canciones juntas y cada una de ellas dirigidas por los tres directores de cada una de las bandas.

   Fue una experiencia inolvidable, en la que de nuevo la Banda demostró saber estar a la altura de los acontecimientos, sin ser menos que bandas de otros municipios mayores y con mayores medios. Más bien al contrario, siendo la envidia de otras bandas que se admiran del potencial, proyectos y ganas de hacer las cosas que se tienen, a pesar de que provenga de una localidad que apenas cuenta con 700 habitantes censados. Una experiencia que esperemos pronto se repita, pero en esta ocasión siendo nosotros los anfitriones de estas Bandas de Música en nuestra tierra, para lo cual serán necesarios el máximo de esfuerzos posibles por todas las partes.

   Desde aquí agradecer todo el apoyo que cada año nos demuestran tanto DPZ así como la Comarca Campo de Belchite. Y en especial agradecer  la gran labor del Ayuntamiento de Azuara siempre dispuesto a colaborar en cada uno de nuestros proyectos.

   Desde aquí aprovechamos para animaros a todos  los habitantes de Azuara, así como a los de los pueblos de nuestra comarca a acercaros hasta nosotros, no sólo como público si no como miembros de esta Agrupación. El próximo mes de septiembre abriremos los plazos de matriculación. Da igual niños que mayores, la música no entiende de edades, y siempre da grandes momentos para no ser olvidados jamás. Como buena muestra de ello ha sido este viaje, el cual no habría sido posible sin las facilidades que nos ofrecieron desde la Banda de Música de Pájara, a la cual esperamos tener muy pronto entre nosotros haciéndonos disfrutar de su música por nuestros pueblos.

Enrique Sancho Gutiérrez, Presidente de la Banda de Música de Azuara.

Banda de Música de Pájara. Director Javier Santos Alocen.

Playa de Cofete

Cuevas de Ajuy

Museo-Molino de Tiscamanita