lunes, 21 de junio de 2010

COMO SE DESCUBRIO LA VILLA ROMANA "LA MALENA"





En el libro Comarca Campo Belchite, hay un artículo sobre la villa romana en el que su autor José Ignacio Royo Guillen, habla del “azar en el descubrimiento de la villa” y de “colaboración de los habitantes de Azuara” en general. Yo quiero añadir en pocas lineas algo de información para precisar sobre como se descubrió la villa romana y quienes fueron esos vecinos de Azuara que llevaron a que la villa se descubriera.

En las parcelas de huerta donde se encuentra el yacimiento de la villa romana de Azuara hacía más de 70 años que se encontraban trozos de mármol y otros restos que se atribuían a la existencia de una ermita en tiempos pasados, la ermita de Santa María Magdalena.
A finales del siglo XX con el uso de tractores en las labores agrícolas continuaban apareciendo restos materiales que para unos pocos azuarinos defensores del patrimonio histórico eran vestigios que les aproximarían a la ubicación del yacimiento, esto coincidió con la llegada a Azuara del arqueólogo y amigo José Luís Ona Gonzalez avisado de que en la restauración de la ermita de San Nicolás habían aparecido en el interior pinturas bajo el yeso. José Luis Ona puesto en contacto con el que era Jefe de Servicio de Patrimonio D. Herminio Lafoz, se traslada a Azuara para emitir un informe que posteriormente lleva a restaurar todas las pinturas y de inmediato a una actuación arqueológica de urgencia en el interior de la ermita. En plena excavación del suelo de la ermita José Luis Ona con el grupo de peones se trasladan a un campo de la huerta y con el consentimiento del propietario realizan una pequeña excavación en el campo. Hubo suerte, el Jefe se Servicio de Patrimonio autorizó expresamente iniciar la excavación y el resultado fue el descubrimiento de la villa.

Han pasado ya muchos años y para que no se pierda la memoria quiero recordar que gracias a los vecinos José Antonio Fleta y Jose Roman Roche, y al arqueólogo José Luis Ona Gonzalez, se pudo paralizar el intento de enlucir con nuevo yeso las pinturas de la ermita de San Nicolás. Gracias a un pequeño grupo de vecinos apasionados por el patrimonio histórico se llego a ubicar el sitio de la villa, entre ellos Ricardo Aina, Javier Gimeno, José Antonio Fleta, José Román Roche... siendo fundamental una vez más la iniciativa personal y profesional del arqueólogo Jose Luís Ona Gonzalez.

Dichos estos pequeños detalles, que estas líneas sirvan de reconocimiento a los profesionales de la arqueología y a los vecinos que participan activamente en la localización y protección del patrimonio arqueológico, gracias a ellos se pasa a la recuperación del patrimonio, al conocimiento de la historia y a la utilización de esos recursos, como dicen ahora la puesta en valor, aunque esto último, pasados ya 24 años vemos que va pa largo.



José Román Roche Nebra