martes, 11 de octubre de 2011

El sistema de riego en Azuara

Balsa de La Val,  tajadera y sobradero

                “En toda la  zona  media del Aguas Vivas y Cámaras, se instalaron grupos arabe-bereberes, posiblemente ya en una primera fase de ocupación peninsular. Se concentraban varios grupos de hábitat: Lagata, Azuara, Letux, Almonacid, Belchite y Nezpa. Formados por pequeñas comunidades de campesinos islámicos fuertemente vinculados al aprovechamiento del agua”.
                Los celtíberos de Belikiom ya cultivaban hortalizas en Azuara y se puede atribuir a los romanos la creación de las primeras huertas. Posteriormente el origen germano de los visigodos, dio  como resultado no sólo el olvido de los regadíos, sino también de la propia agricultura. Llegaron los árabes  conocedores de los sistemas de riego orientales, fueron los grandes impulsores del regadío   en toda Isbāniyā (Hispania) musulmana, durante los siglos VIII  al X reaprovechando la infraestructura del regadío romano, ya deteriorada, ampliando e intensificando su utilización con un ingenioso sistema de distribución del agua.  En  Azuara establecieron una amplia red de riego  con la captación, almacenamiento y distribución de aguas  propiciando el desarrollo de las huertas  que ha perdurado hasta la actualidad.
La valoración que hace del agua el mundo islámico queda reflejada constantemente en el Corán.
El es Quien ha hecho bajar para vosotros  agua del cielo.
De ella bebéis y de ella viven las plantas con las que apacentáis.
Gracias a esa agua, hacen crecer para vosotros los cereales, los olivos, las palmeras, las vides, y toda clase de frutos.
               Corán (sura 16 aleyas 10-11)
Es sorprendente la enorme obra de ingeniería realizada en nuestro pueblo, solamente  las acequias mayores suman 27 km de longitud con  su desnivel adecuado, cuanto ingenio y cuanto esfuerzo se realizo en esta obra.
Acequia del Plano: 6,2 km; acequia Juan de la Olivera: 2,2 km; acequias La Val: 4,1 km; la Alberca y Calabaza: 2,8 km; acequia Ancha: 0,9 km; acequia del Barranco-Balsa Cabuchico-Balsicas: 1,9 km; acequias de Santa Maria: 4,3 km; acequias las Solanas: 5 km.
Los km de acequias menores y brazales es más difícil de averiguar pero pueden ser entre 10 y 20  km.

Azud, balsa, acequia mayor, brazal...
La azud (asudda) construida en el río es una presa de poca altura que obliga a retener el agua formando un remanso, desde donde se  toma su agua a partir de un canal abierto en uno de los laterales y  se encauza  para acumularla en una balsa o para su uso directo  a través de una acequia  (assáqya)  mayor. Las balsas o albercas (Al-birkah) también acumulan el agua de los manantiales directamente.
Las acequias mayores toman el agua de la Azud y de las balsas  y  la reparten  directamente y también utilizando  las acequias menores llamadas  brazales encargadas de distribuir el agua por todos los campos. Cuando hay agua sobrante de  una acequia mayor acaba en otra acequia mayor, la mayor parte del sistema de riego de Azuara esta intercomunicado y en invierno cuando no se riega,  el agua   se dirige al río abriendo una tajadera que conduce el agua a través de una acequia  llamada almenara.

Zonas de la huerta y distribución del riego: azud   y  Acequia del Barranco.  Transporta el agua del río a la Balsa del Cabuchico. El agua almacenada antiguamente movía  el molino harinero bajo la misma balsa (ahora en ruinas),  el agua de esta balsa da riego a toda la huerta de la margen derecha del río llamada huerta de Santa María.

Al otro extremo del pueblo, la Balsa de la Val. Con sus dos salidas de agua la canaliza a través de dos acequias mayores que reparten el agua a toda la zona, además  a lo largo de todo el centro de ese pequeño valle transcurre otra  acequia menor  que sirve  de drenaje de manantiales dando salida al agua para acabar en el paradero y unirse a la Acequia Ancha. El agua sobrante de estas acequias mayores de La Val pasa por el Molino Alto y es aportada al final a la Acequia Ancha.

Azud y balsa de riego para los olivares del Plano.  Se captaba  el agua  en el río a la altura de la Venta Marin y se acumulaba en la Balsa del Plano, la acequia mayor  pasa al otro lado de la carretera para regar todo el olivar del Plano Bajo. Esta partida no se riega desde hace muchos años por la escasez total de agua.

Partida  de Juan de la Olivera. Se capta  el agua en una azud del río,  también  se riega con agua de diversos manantiales recogida, en pequeñas balsas. El agua de esta partida  se añade finalmente a La Alberca.


Balsa  llamada La Morora en Juan de la Olivera.

La huerta de la Alberca (al-birka). Se inicia  en la parte baja de Juan de la Olivera, recibe  agua procedente de esta partida y de una  azud un poco más abajo del Callizo y también obtiene recursos de pequeños manantiales que acumulan el agua en minúsculas balsas. Sigue la partida de Calabaza situada  más abajo que   recoge agua procedente de la la Alberca y  acaba en el Paradero en la acequia mayor llamada Acequia Ancha. Cuando la Acequia Ancha ha atravesado el pueblo se llama acequia de Fandegaz  riega la partida de Vitrio,  Fandegaz y Las Solanas , entre la margen izquierda del río y la carretera hacia  Letux.

Las casetas forman parte del paisaje

La superficie  de regadío en Azuara es de alrededor de 350 hectáreas divididas en  pequeños campos que   antaño dieron buenas rentas a muchas familias, a veces se llegaba a sacar dos cosechas en un mismo año. En la actualidad se están abandonando campos por falta de rentabilidad  y porque en las pequeñas parcelas no puede maniobrar la maquinaria agrícola,   en la mayoría de los campos ya solo se cultiva cereal que sale con poco riego y trabajo.    Pasear por las huertas es triste porque se ven  campos baldíos,  sobra agua  por el poco uso, las acequias se esta deteriorando gravemente por falta de mantenimiento, en  algunas  totalmente abandonadas  no llega a verse el agua por la abundante maleza que ha crecido en su cauce.

Aunque no lo parezca esto es una acequia

Jose Román Roche Nebra

Fuentes:
El jardín andalusí. Centro Virtual Cervantes
                Regadíos andalusíes en el Valle Medio del Ebro: el ejemplo del Río Aguas Vivas. J.A. Sesma Muñoz, C. Laliena Corbera y J.F. Utrilla Utrilla).