jueves, 28 de noviembre de 2013

Azuara, censo de 1906 (II)

Los  elegibles solamente eran 96 varones  que representaban el 15,4% de la población.

Los menores de 50 años siguen aumentando y son ya el 70,8% de la población, el porcentaje de población entre los 51 y 60 años también aumenta, pero aun sigue siendo muy alta la mortandad a partir de los 60.

La villa sigue repartida en dos secciones electorales, aunque cada una de ellas no se identifica con unas calles determinadas y están completamente revueltas.

Los arrabales siguen aumentando su población, así se van formando grupos importantes de residentes en el Cabuchico, Extramuros, calle  Eras y zonas colindantes con la muralla.

En cuanto a los apellidos no hay cambios sustanciales, igual que con los nombres, si acaso  cabe destacar que aparecen algunos apellidos nuevos, Herrando, Pina, Soro y Gracia.

En esta época con tan solo 16 nombres se puede llamar al 63% de la población, mientras que los 120 restantes casi no se repiten, dándose la curiosidad de que casi todos los nombres son simples.

Los apellidos que en total son 126 distintos , tienen algo en común con los nombres, con tan solo 21 de ellos podríamos tener identificados  el 59% de la población siendo el resto casi marginales (estadísticamente hablando).

Los trabajadores en general,  y los mayores en particular, lo tenían bastante mal  a la hora de retirarse o jubilarse, básicamente porque la jubilación no existía, dándose la paradoja de que no podías descansar a no ser que se tratase del descanso eterno. La jornada laboral estaba marcada por el sol y  todos los días del año.

El pueblo iba creciendo poco a poco, y con la nueva repartición del campo había  menos pobreza y  más arbolado en el río, ya que  los nuevos propietarios se preocuparon de plantar  chopos cabeceros  con la intención de salvaguardar la huerta de las riadas, de abastecerse de madera y de paso   embellecieron la ribera. Se terminaba una etapa donde un tercio de la propiedad de Azuara estaba en propiedad  de lo que se llamaba “manos muertas”, es decir, la  Iglesia Católica y las órdenes religiosas que por lo general no se preocupaban del cultivo y cuidado de los campos.


Eran tiempos de charradas al calor del fuego en el hogar durante los inviernos; de tertulias con los vecinos en las puertas de las casas en el buen tiempo; de juegos de cartas, pelota, entalegados, carreras en burros y pedestres, el tiro de soga y diferentes levantamientos. En esta linea de disfrute podemos destacar las jotas, el vino envejecido en cuevas y bodegas,  las sardinas rancias con un cacho pan y el aguardiente procedente de pueblo vecino de Moyuela, elementos estos  que eran primordiales los días de ronda nocturna, días en los que se cantaba a las mozas, se hacían enramadas a las enamoradas, se celebraban con cencerradas las bodas entre viudos, o se encontraba uno con un pantasma que era  un individuo tapado con una sábana y que buscaba sin queres ser visto los brazos de alguna moza receptiva.

Fuente y autor: “El Piquete” / Miguel Marco Martín

Jose Román Roche Nebra

lunes, 4 de noviembre de 2013

Azuara, censo de 1906 (I)

Dos nuevos artículos. Este es una primera parte de los datos que reflejaba el censo de 1906 publicado en "El Piquete"  por Miguel Marco Martín.

Censo electoral de 1906:
622 censados con más de 25 años.
Población aproximada: 2400 habitantes.
Alfabetización: 175 varones (27,9%).


Reinaba Alfonso XIII, al que habían coronado en 1902 en Madrid; a parte de este cambio en la regencia del país no hubo cambios substanciales  en la política, siguió por lo tanto la alternancia entre liberales y conservadores; los sindicatos obreros comenzaban a funcionar y Santiago Ramón y Cajal ganaba el premio Nobel.

El año 1904 fue un año de inauguraciones en Azuara ya que la flamante linea de ferrocarriles Utrillas-Zaragoza fue estrenada en esa fecha, igual que la electricidad en el casco urbano, velas, candiles y quinqués empezaban a desaparecer. La compañía que suministraba  electricidad a Azuara era Rivera, Bernad y Cia, con domicilio en Albalate del Arzobispo. La estación de Azuara en la línea de Utrillas estaba situada a 7 km. del pueblo por el camino de la Puebla (hoy carretera), transitado a diario por una tartana que llevaba personas y el correo. Un hecho curioso que ocurrió con el cambio de siglo en la agricultura fue el brusco descenso del porcentaje de jornaleros en Azuara, aunque todavía suponen el 67% de la P.A. y suman  309 personas. Los jornaleros no son el único grupo que desciende, también cae el número de propietarios, que pasan de ser 19 a solamente 7, mientras que los labradores casi se triplican y son ya 148.

Con los nuevos cambios, la agricultura sigue siendo la tarea fundamental para la economía ya que ocupaba  al 74% de la P.A.

Estudiando estos datos, cabe preguntarse por qué se repartieron la tierras (desciende el número de propietarios y aumenta el de labradores). ¿Quizá fue a causa  de la desamortización de los bienes del clero y el común?. ¿Por qué desaparecen tantos propietarios?

En esta época comienza el cultivo de la remolacha, lo que supone para las mujeres un nuevo trabajo además de los que ya tenían, al ser ellas las que tenían en “exclusividad” la labor  de  limpiar la remolacha, para que pudiera ser trasladada a las azucareras empleando el trasporte del ferrocarril.

La ganadería también sufre un fuerte impulso sumando ya 55 pastores, un 8,87% de la P.A. En la industria desaparece el cerrajero, aparecen por primera vez 2 tejeros, ubicados en la carretera  a Letux,  se mantienen los pelaires, los tablajeros, los caldereros y un tejedor, aumentando hasta 9 los herreros, a 5 los carpinteros y a 4 los molineros; desciende el número de bataneros a 2, todos  estos industriales (41) suponían el 6,62% de la P.A.

Los oficiales también sufren modificaciones en número y trabajos, aparece por primera vez un alpargatero, hay 9 zapateros y 6 sastres que aumentan su presencia, descienden los albañiles que se quedan en 6, 1 esportonero, 1 albardero, y 1 guarnicionero, un total de 26 personas que representan el 4,18% de la P.A.
En el sector servicios se doblan  los comerciantes que ya son 5, aumentan los carreteros a 3 y desaparecen el ordinario, el quincallero, y el cocinero; algunos gremios se mantienen, este es el caso de los confiteros con 3, los barberos 2, un cortador (matachín) y aparece un casinero que sustituye al tabernero, lo que nos lleva a pensar que por entonces se creo en Azuara el primer casino agrícola, el total de personas en el sector terciario contando con los 2 funcionarios del ayuntamiento son 22, el 3,54% de la P.A.

No nos olvidemos 1 maestro, de 1 médico,  1 farmacéutico, un veterinario,  1 clérigo y 1 sacristán, éstos velaban por la salud del alma.


Fuente y autor: “El Piquete” Miguel Marco Martín

Jose Román Roche Nebra