sábado, 7 de junio de 2014

Hallazgo de un manuscrito escondido.

Pasaba  por delante de la obra donde actualmente está trabajando  Fernando Gracia, y le dije que  en Azuara   de la calle Nueva hacia el río, puede ser que la mayoría de las casas  pertenezcan a la época musulmana. Cuando se realizan obras en estas  viejas casas se pueden encontrar vestigios del pasado que dan la antigüedad del edificio, con suerte pueden aparecer elementos arquitectónicos de todo tipo,  o documentos manuscritos.


Grande fue el hallazgo  en Almonacid de la Sierra en el mes de agosto de 1884, allí encontraron   varias decenas de   de manuscritos   en lengua y letra árabes y otros en castellano con aragonesismos, pero escritos también en grafía árabe. Estos documentos fueron ocultados por un morisco, quien en el momento de la expulsión en 1610 los escondió bajo un falso piso de madera en el interior de su vivienda. En ese lugar permanecieron tres siglos hasta que, de forma casual, aparecieron al derribar ó reparar una casa antigua. Son textos   considerados hoy  como uno de los  hallazgos más importantes de España. 
Con paciencia me escuchaba Fernando, y entonces me hablo de un pequeño hallazgo  restaurando su propia casa situada en la Plaza San Juan. En la planta baja, al derribar parte de   una pared de la cocina, descubrió en un hueco de la  pared un viejo puchero de barro que por unos instantes le llevo a imaginar que quizás había encontrado un pequeño tesoro, lo volcó con  cuidado, metió la mano, y encontró en su interior un pequeño manuscrito envuelto en paja. El papel estaba bastante deteriorado y Fernando tuvo que ir juntando los trocicos como en un puzle  e intentar averiguar el mensaje ocultado hacía ya 114 años. El texto escrito hallado en el interior del puchero, dice así: 

Para los venideros 

Esta es una carta para los venideros y la meto en este puchero para tapar los bujeros de la cocina.
En mal año se ha puesto el interesado en obrar, hay trabajo pero  poco pan.
Estamos en guerra en la Habana y en Filipinas. En España los carlistas se levantan por el ------------------------------------------ y se pueda vivir el tiempo -------------------------------------------- si tienes un hijo o dos tese los llevan de mañana ---------------------------------------- ya no quiero hablar más. 
------------------sera el lunes de mañana 1897 ----------------------------- el uno se llamaba Feliciano Nebra, su mujer Catalina Martín y su hijo Pascual Nebra heredero con su esposa Encarnación Marco. 

      Es propiedad del autor
       Isidoro Lázaro Berne
Alguacil de este Ayuntamiento


Azuara  tenia una población de más de 2.000 personas.   Apenas 12 años atrás, la población había sufrido alrededor de 200 muertes por una  epidemia de cólera. Nuestro protagonista Isidoro Lázaro,  que escondió la carta en el puchero y dentro de un pequeño hueco en la pared, pensó que tal vez algún día alguien encontraría su escrito, y acertó.  Isidoro cuenta  lo mal pagado que estaba el trabajo  “había trabajo pero  poco pan”. Cuenta  el sufrimiento de las familias debido a las guerras  que España mantenía en  Cuba y Filipinas, “ si tienes un hijo o dos tese los llevan por la mañana”, “ya no quiero hablar más”  nos dice, palabras que demuestran  un bajo estado de ánimo.

España mantuvo la esclavitud en Cuba hasta 1886 y se produjeron varios periodos de rebeliones  que duraron en total 14 años.   1895 fue el inicio del final de las guerras en Cuba,  llegaron a estar presentes  en ese año  220.000 soldados españoles pobres, porque los ricos  se  libraban de ir  pagando 1.550 pesetas.
Las bajas aproximadas de españoles en la guerra de Cuba  fueron  36.246 fallecidos en combate 11.000 personas inútiles, 34.000 enfermos. 
EEUU había  realizado a España una propuesta de compra   de Cuba y Puerto Rico que fue rechazada, entonces   EEUU hundió su propio barco (el Maine) en el puerto de la Habana partido en dos por una explosión en la que sacrificaron  a sus 257 marineros suyos culpando de ello a  España y   fue la excusa para declararle  la guerra a España, así fue como   Cuba se independizo bajo la “protección” estadounidense. España cedía por 20 millones de dólares las Filipinas, Puerto Rico y la isla de Guam.  Ahí  se acabaron los sufrimientos de las familias de soldados españoles, que en su mayoría procedían  del medio rural  donde se concentraba el 80% de la población española en aquella época.

Nombra el autor, a una familia de Azuara: Feliciano  Nebra, Catalina Martín, Pascual Nebra,  y Encarnación Marco, pero debido al deterioro del papel, no hemos podido ver la conexión del inicio de la carta con el final donde habla de esta familia  que eran propietarios de la casa en esa época. Pascual Nebra tendría entonces 21 años y es probable que le tocara ir a la guerra de Cuba entre 1895 y 1898, si fue sobrevivió, porque tuvo tres hijos: Pedro, Máximo, y Consuelo. El autor de la carta (que trabajaba en  obras en casa de los Nebra),  no sabemos realmente que nos quiere contar de la familia Nebra. ¿Acaso el disgusto de la familia Nebra porque les habían arrebatado a Pascual Nebra con 21 años para  la guerra de Cuba?.

Isidoro Lázaro Berne, autor de la carta escondida en la pared, había nacido en 1855. Aparece en el censo de 1900 como jornalero y en 1906 como tejedor.  No consta en los censos como alguacil del ayuntamiento, pero hay que tener en cuenta que hasta 1932 no aparece nadie en el ayuntamiento con la clasificación profesional de alguacil, Isidoro  en aquellos tiempos tendría un empleo   precario en el ayuntamiento de Azuara. Por los censos sabemos que Isidoro murió entre 1915 y 1924.

La sorpresa que se llevó Fernando Gracia al encontrar el puchero escondido en un hueco de la pared de su casa, fue espectacular.   
Animo desde aquí a los azuarinos y en especial a los albañiles, a que cuando restauren sus viviendas sean observadores  ante posibles hallazgos,  que por pequeños que sean, nos pueden llevar  saber más de la historia  de Azuara y de la vida de sus habitantes.

Quiero agradecer a Fernando Gracia como autor del hallazgo del manuscrito y a Miguel Marco que se ha encargado de averiguar en los censos datos sobre los Nebra e Isidoro Lázaro. Sin estas aportaciones esta información no hubiera sido posible.


                                JoseRomán Roche Nebra