lunes, 9 de noviembre de 2020

Abrayim Avenjucez alcalde de la aljama de Azuara en 1361.


Tras la conquista cristiana de la marca Superior de Al-Andalus (con capital en Zaragoza), y la rendición de los musulmanes, se produjo la entrega del territorio y sus posesiones a los vencedores a cambio de una serie de condiciones pudiendo permanecer los musulmanes en las ciudades. En el medio rural los campesinos continuaron en sus casas, campos, etc. y en sus prácticas organizados en aljama, a la que el rey concedió ordenanzas. Los musulmanes pasaron a denominarse mudéjares y tuvieron que acatar unas leyes estrictas de convivencia.

Aljama es la comunidad de mudéjares de una localidad, organizados como junta administrativa y autónoma, es la representación institucional del colectivo con sus propias ordenanzas y que mantiene la identidad de la comunidad mudéjar inserta entre la población cristiana.


Luis García Ballester en su libro “La búsqueda de la salud en la España medieval” dice lo siguiente: “En las tierras de la Corona de Aragón en el siglo XIV, una parte importante de la población musulmana mantenía un buen nivel de conocimiento del árabe. Por ejemplo, en el Archivo Notarial de Zaragoza es posible encontrar documentos de la segunda mitad del siglo XIV sobre negocios entre moros y cristianos, cuyos participantes mudéjares firmaban con su nombre en árabe. Archivo Notarial de Zaragoza, Pedro López de Anso, 1361, febrero 22, fol. 27. El documento está firmado por Abrayim Avenjucez, alcalde de la comunidad mudéjar de Azuara, pequeña población junto a Zaragoza; un testigo fue Muça de Jamez, barbero mudéjar de Zaragoza.”


Alcalde, palabra del árabe al-cadi compuesta por ‘al’ utilizado en la legua árabe como artículo (el), y ‘qâḍi’ (juez), era nombrado por el rey con carácter vitalicio. El cadí era una autoridad fundamental de la aljama que tenía competencias judiciales, civiles y criminales, entre otras, sobre su comunidad mudéjar, rigiéndose por la ley islámica.


Abrayim Avenjucez fue el alcalde de la aljama mudéjar de Azuara el año 1361. En ese año Azuara tenía unos 200 fuegos (1000 habitantes) y se iniciaba la construcción de la iglesia parroquial. Mª Teresa Ainaga Andrés ha documentado a Farach Albalençí maestro de obras de esta iglesia quien trabajó en la misma entre 1361 y 1374.


Como sabemos, la localidad de Azuara está cargada de historia, de la que conocemos muy poco por falta de una investigación que debería ser realizada por profesionales. Sería de gran interés cultural conocer la historia desde que se fundo Zuara por bereberes norteafricanos. Gracias a un documento notarial de 1361 sabemos que en Azuara tras la conquista cristiana convivieron cristianos con mudéjares, pero desconocemos como se desarrollo esta convivencia y cuanto tiempo duro. Desconocemos si hubo moriscos a partir del forzado bautismo de los mudéjares en 1526 y como fue la expulsión en 1610.


El hallazgo del dato de la aljama de Azuara en 1361 me ha sorprendido, a falta de investigación en archivos, personalmente no he encontrado más información de censos de mudéjares en Azuara. Me llama la atención un censo de 1495 de comunidades mudéjares del Valle del Aguas Vivas en el que no aparece Azuara. María Teresa Ferrer i Mallol en “Las comunidades mudéjares de la Corona de Aragón en el siglo XV: la población”, da un censo en el que Letux, Lagata y Codo eran netamente mudéjares, o casi, porque, de los 54 fuegos de Letux (270 vecinos), sólo 5 eran cristianos; mientras que Lagata tenía 50 fuegos y Codo 28, todos ellos mudéjares. Belchite, era población mixta, pero tenía una morería muy importante, de 120 fuegos.


En resumen: es importante saber como era la vida de los vecin@s de Azuara en época medieval. Se debería encargar a un profesional que investigue y documente la historia medieval de Azuara. Nuestro Ayuntamiento, no debería mostrarse indiferente.


JoseRomán Roche Nebra.