Continuamos con el informe socioeconómico del Ayuntamiento de Azuara realizado el año 1834.
Artículo 11.
En este pueblo existen 6.000 cabezas de ganado lanar; vacuno no hay. Es el ramo principal de este pueblo, como que sin él perece la agricultura por la falta de estiércol para esta tierra de huerta cascajosa y pobre de sustancias, y las aguas con que se riega son de manantiales que la estraga; de modo que sin abonos no produce ni un cinco por ciento con respecto a lo que se estercola y las de monte son igualmente cascajosas y muy flojadas que necesitan muchos más estiércoles para producir, de modo que por la falta de ellos no produce en proporción de las tierras que se estercola; y por falta de estiércoles dividido el monte en diez dimensiones, la una sola esta en cultivo pudiendo si los hubiere subsionarse y producir en abundancia los cinco, y la causa de no haberlo es el poco ganado que hay en este pueblo respecto del que se puede mantener en su dilatado monte; pues aunque es susceptible de mantener 24.000 cabezas de ganado, aun para las 6.000 no queda suficiente yerba pues en virtud del privilegio que disfrutan los ganaderos de Zaragoza de ir a pastar con los ganados a todos los montes del Reino de Aragón, agolpan en este la mayor parte de sus rebaños desde San Juan de Junio hasta mitad de octubre, de modo que ha habido temporada que se han contado en este monte más de treinta rebaños de zaragozanos (…).
Yerba la tiene, la deja talada para el invierno y se van a sus campos que los tienen guardados y limpios, y como queda talada la tierra los ganados del pueblo perecen resultando de ello como es consiguiente muchas mortaleras, por manera que contándose en estas épocas en este pueblo 15.000 cabezas de ganado, en el día no pasan a las 6.000 dichas. El haber habido en otras épocas las 15.000 cabezas de ganado consistía en que tenían y disfrutaban del ruinoso privilegio; no acudían en tanto numero de ganados y los que había podían pastar mejor y ésta es la causa de la decadencia de los ganados, de la agricultura y sus vecinos.
Además de los perjuicios que causan los ganados zaragozanos a esta población por el remonte que tomaría el ganado si no vinieran y la gran producción que tomaría la agricultura con los estiércoles, causan otra no menos perjudicial cuales comenten por los llanos y ganados, los campos y faginas, pues es tal el libertinaje de los pastores apoyados en el poderío de sus amos, que aniquilan y roban cuanto hay en las huertas y monte resultando muchas cuestiones entre ellos y los labradores llegando las más veces a las manos, lo que no puede impedir la vigilancia del ayuntamiento; todo más causa otros perjuicios bien considerables a la agricultura, pues pasan sus ganados a éste cuando la tierra esta llovida por las huertas preparadas para el año siguiente pisándolas en blando dejándolas en peor estado que si se sembrase sin subsionar.
También causan otro perjuicio con sus ganados a ese vecindario aniquilando sus leñas con los ganados y con las grandes hogueras en sus majadas. También se niega el pueblo a limpiar las balsas porque se beben el agua de ellas y a limpiar las acequias porque cuando bajan a abrevar sus numerosos rebaños las enrrunan; los propios tienen más yerbas que pertenecen a los ganaderos de ese pueblo pagando a los propios los mismos la cantidad en que se tasan; cuyas yerbas se venden el día primero de agosto, las que seria muy útil y conveniente a los propios el venderlas el día de San Juan de junio y valdrían muy a los propios; y aunque ha tratado la junta de propios venderlas en dicho día, los ganados de Zaragoza les mandan a sus pastores que no las guarden hasta el 15 de agosto porque no ha sido costumbre el venderlas hasta dicho día, sin embargo de que dichos ganaderos zaragozanos venden sus campos el día de San Juan de junio.
El común tienen un Bolar destinado para la dale del pueblo y desde el 1º de noviembre tienen derechos los ganaderos del pueblo de entrar con sus ganados a pastar. El pueblo tiene parideras que se daban al abastecedor de la carne del pueblo.
Los grandes de este pueblo no transhuman a otros montes más que a los vecinos y se mantienen todo el año en su mismo monte. En la huerta tiene algunos vecinos prados artificiales de alfalces y producen bastante bien.
Fuente: J.G. “Boletín Municipal” Azuara año 1986
Jose Román Roche
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