viernes, 2 de agosto de 2013

EN 1892, AZUARA SE AMOTINA CONTRA LOS IMPUESTOS

En el verano de 1892, se produjo una auténtica explosión de motines que recorrió la geografía española, se les llamo motines de consumo producidos por un aumento notable de la presión fiscal sostenida por el Gobierno conservador de Cánovas y el recurso permanente de los ayuntamientos, cada vez más endeudados, a recargos y arbitrios con los que desahogar sus cuentas. Además en esta  década de 1890 se produce una caída de la rentabilidad de las pequeñas explotaciones agrícolas. El llamado impuesto de Consumos  gravaba los bienes de primera necesidad,  una contribución indirecta sobre el consumo  del vino, aceite, vinagre y carne que fue desde siempre mal recibido al gravar artículos de primera necesidad que además los encarecía. Y todo esto sin contar con los impuestos de carácter extraordinario, por causa de guerra. Al parecer eran  los ayuntamientos los encargados de la cobranza y los vecinos de Azuara se rebelaron, 70 guardias nada menos para contener a una población harta de  gobiernos que se alternaban, los de  Cánovas y Sagasta que nunca miraban por los de abajo,  ¿suena esto? 


El “Diario Iberia” 23-8-1892, titula: El orden que crea Cánovas.
Según escriben del pueblo de Azuara reina gran agitación en el vecindario por oponerse este a satisfacer la contribución de Consumos.
El viernes  de la anterior semana unos doscientos hombres esperaban la salida del recaudador. El alcalde publico un bando y esto dio motivo para que el público se aumentara; después recorrió las calles del pueblo acompañado de dos parejas de la Guardia civil y del recaudador: los manifestantes nada dijeron.
A pesar de las excitaciones de la autoridad local, el grupo permaneció en la plaza en actitud hostil porque creía se iba a disponer el cobro.
Creyó el alcalde prudente suspender el cobro para evitar el motín que se disponía, hasta tanto llegaran más fuerzas.
Díjose que  hoy martes se verificaría la recaudación.
En la mañana del domingo la muchedumbre se reunió en la calle Mayor, esperando que saliese el cobrador, pero no salio esperando nuevas fuerzas de la Guardia civil.
Han llegado hasta la fecha unos 50 guardias, y se anuncia la llegada de 12 guardias de caballería y los del puesto de Fuentes.
El alcalde ha fijado un bando y ha puesto a disposición del vecindario las cuentas del tiempo que él viene desempeñando la alcaldía.
Hay gran excitación en el vecindario y se cree que a pesar de las fuerzas enviadas habrá escándalo.
Veremos en que paran estas misas, acaba el “Diario Iberia”

“El Día” 26-8-1892:
En Azuara siguen reconcentrados 50 Guardia civiles para hacer pagar los impuestos de Consumos que desde hace tres años no pagaban.
Es el pueblo más independiente de España.
Ayer debía celebrarse en esta Audiencia la vista que se sigue por hurto a siete vecinos de dicho pueblo, y no han aparecido ni los vecinos ni los testigos.
La Audiencia no pudo decretar la prisión por no tener el auto del juez municipal de haber cumplimentado la citación.
Y va de despreocupaciones.
Se les reclama el pago y no lo hacen...
Se les apremia, como si no...
Se les llama a declarar y no asisten...
Sin duda era vecino o natural de Azuara aquel impenitente a quien preguntándole que haría cuando Dios le llamara a juicio, contestaba: ¿Que he de hacer? No dir.

CINCO AÑOS DESPUES:
“La Correspondencia de España” 17-2-1897
Hace algunos días que solicitadas predamente por la delegación de Hacienda de Zaragoza salieron de esta población fuerzas del ejército para acompañar en su
visita a los pueblos a los agentes encargados de cobrar las contribuciones.
En Azuara ha ocurrido un incidente desagradable.
El agente del cobrador dispuso que se embargara todo el ganado propiedad del primer contribuyente  y así se hizo.
Cuando regresaba el agente con el ganado embargado, le salieron al encuentro varios alguaciles municipales, quienes de orden del alcalde, soltaron el ganado y metieron en la cárcel municipal  al agente. 
Supo el caso el cobrador de contribuciones, y con fuerzas del ejército se persono en Azuara, dio libertad a su subordinado y se incauto del ganado que había sido objeto del embargo.
Se ha presentado una denuncia contra el agente del cobrador por hurto de ganado.
Este incidente ha sobreexcitado los ánimos en Azuara (y de otros pueblos) que no se resisten al pago de contribuciones, sino que hambrientos y en la mayor miseria, no pueden pagar, doliéndose como se esfuerza el cobro con el auxilio de la fuerza pública. 

Jose Román Roche Nebra

1 comentario:

Anónimo dijo...

Azuara siempre rebelde, pero al final ganan las fuerzas del mal, cómo va a pasar en estas elecciones y todo por la falta del entendimiento del bien común que no es otra cosa que conseguir la autonomía suficiente para no depender de un estado.