La huerta de Azuara esta sembrada de cañares que además de servir de materia prima eran y son zonas de abrigo para los cultivos, pero en los huertos, desde hace mas de mil años los árabes y bereberes perfeccionaron esta protección construyendo tapias creando un microclima favorable a las plantas cultivadas, tapias que además dificultan la entrada de animales y de posibles ladrones.
El cultivo de hortalizas que se realiza en los huertos de Azuara nada tiene que ver con el cultivo intensivo que produce para venta en tiendas y mercados. El primero sigue siendo cultivo tradicional natural, mientras que el otro es un cultivo forzado a base de abonado químico y que pretende acabar con las plagas utilizando todo tipo de fitosanitarios químicos muy perjudiciales para la salud y el medio ambiente. También es cierto que aquí no hay ataques excesivos de plagas y por ello se puede realizar un cultivo orgánico fácilmente. Tenemos buen agua, tierra con fertilidad natural, un clima que favorece el crecimiento lento de las plantas y el resultado es muy buena calidad de las hortalizas.
En estas fechas de primavera los huertos han recibido ya la plantación de los cultivos principales: ajos, patatas, tomates, cebollas, pimientos, pepinos, calabazas, judía verde, lechugas... A finales del verano se siembran las hortalizas que se cogerán en invierno como son borraja, cardos, acelgas, coles y espinacas. En otoño se siembran habas y bisaltos que se recolectan en la primavera. La actividad del hortelano no cesa en todo el año, aunque es durante la primavera y verano cuando más se trabaja en los huertos y solo 300 m2 abastecen de sabrosas hortalizas a una familia.
Los huertos siempre los han llevado las personas mayores, antiguamente porque formaba parte de ese reparto de tareas que se daba en la economía de la unidad familiar en donde cada individuo tenia asignadas unas tareas, hoy esta situación es distinta, los miembros de la familia viven separados y las personas mayores reciben pensión de jubilación pero los huertos siguen llevándolos los mayores para abastecerse de hortalizas y como parte de la ocupación del tiempo libre.
Lo que hace singular a un huerto son las paredes construidas en piedra y tapial, muchas llevan en pie más de mil años, pero actualmente van camino de convertirse en ruinas por desgaste natural y abandono. La restauración es mínima debido al trabajo que lleva la reconstrucción y es triste porque además vamos a tener que ir acostumbrándonos a ver un paisaje de huertos vallados con materiales reutilizados a base de plásticos, chapas y puertas de derribo.
En Azuara antiguamente eran cientos los huertos cultivados y hay que tener en cuenta que la mitad de la población jornalera no podía disponer de huerto en propiedad o en arrendamiento, en la actualidad no superan la cifra de 50 los huertos que son cultivados. El día que se dejen de cultivar los últimos huertos, desaparecerá ese paisaje pintoresco rural del hortelano trabajando, un patrimonio cultural que esta en peligro de desaparecer y que debería ser protegido.
“En el afán de recuperación del patrimonio cultural, el Ayuntamiento apuesta por la recuperación de los huertos tapiados como parte significativa de la historia del municipio. Los trabajos se llevarán a cabo a través de un taller de empleo formado por nueve personas, todas ellas del pueblo, durante un año.
Las actuaciones que se llevarán a cabo serán:
- reconstrucción de tapias
- limpieza de canalizaciones y balsas;
- rehabilitación, en la medida de lo posible, de las puertas de los huertos.
Por esta razón, el Ayuntamiento ha solicitado la autorización de los propietarios de las parcelas para realizar los trabajos ya que en la mayoría de casos serán necesario intervenir en el interior.
Bando del Ayuntamiento de Aras de los Olmos (Valencia)”.
“Huerto mío”
Paraíso local, creación postrera,
si breve de mi casa;
sitiado abril, tapiada primavera,
donde la vida pasa
calmándole la sed cuando le abrasa.
Miguel Hernández.
En homenaje a todos aquellos que a pesar de su avanzada edad siguen cultivando los huertos en la actualidad y en recuerdo de todos los hortelanos que atendieron el huerto hasta el final de sus vidas, entre otros el tío Cesáreo, el tío Luciano y Valentín Fleta.
Jose Román Roche Nebra
1 comentario:
Gracias por tan buen artículo. Mi huerto es de 100 m2 y abastece con creces a mi familia durante el verano. Pongo algunas cosas en conserva. El abono lo fabrico compostando los restos orgánicos que voy guardando en el congelador para llevarlos una vez a la semana al huerto. Al cabo de un año obtengo humus de muy buena calidad. Es una idea que dejo para quien quiera aprovecharla.
Clemente
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