La Acequia Ancha desaparece bajo el hormigón.
La Acequia Ancha cuya finalidad es la conducción de las aguas para el riego, también tuvo otros usos como fregar la vajilla y lavar ropa, un tramo de aproximadamente 40 metros frente a la Calle Peligro y actual Centro de Salud era el lugar preferido para estos fines por las mujeres de Azuara. La acequia, muy adecuada por el buen caudal de agua que siempre ha bajado y por su cercanía a las casas, siempre estaba llena de mujeres realizando dichas tareas, el espacio muy solicitado se quedaba pequeño y ello obligaba a utilizar otras acequias. Evidentemente eran tiempos en los que no existía el agua corriente en las casas.
Esta acequia como sabemos viene por detrás del parque, cruza bajo la calle y continua tapada con hormigón reapareciendo tras la Fuente Baja. Fue un error haber cubierto de hormigón estos 40 metros de acequia, así, ha desaparecido otro lugar típico del pueblo. Hay muchos pueblos turísticos en España con tramos de agua canalizada al descubierto que pasan por el centro de las poblaciones, pasear por la calle y ver pasar el agua cristalina tiene su valor, tiene mucho valor, aunque aquí no se le de. Imaginaros si además de la acequia al descubierto hubiera hoy una estatua de una mujer lavando, en homenaje a las mujeres azuarinas. Por “suerte” dicha acequia reaparece al aire más abajo y arreglada, como debe ser.
La acequia ancha reaparece tras la Fuente Baja.
El Matadero.
El Matadero se construyo en un lugar donde se podía hacer uso del agua y la acequia ancha le daba ese servicio, pasaba el agua corriente canalizada por los dos lados de la sala central del matadero y se le daba salida a una acequia que pasaba al lado de la fuente. Antiguamente se mataban los tocinos en las casas particulares y en el matadero, hasta que se obligo a realizar dicha labor solamente en el edificio municipal, se llegaban a matar alrededor de 300 tocinos al año durante los meses de diciembre a marzo.
El matadero disponía de varias estancias: el pequeño corral de ingreso de tocinos con varias chozas, sala grande de matar y de despiece, otra sala donde había instaladas dos calderas para calentar agua y otra pequeña sala donde también mataban corderos. El día comenzaba en el matadero con unas botellas de anís y pastas que ponían los dueños del primer tocino que se mataba al punto de la mañana y el trabajo y la fiesta continuaban en las casas.
Hay que agradecer al alcalde haber conservado el edificio actualmente dedicado a “Taller de Mosaicos”, aunque habría que instalar un tablero informando del uso anterior para que no se pierda la memoria del origen que tuvo este edificio. Lamentablemente el mismo alcalde le adoso a este singular edificio un trasformador eléctrico que destroza el paisaje de esa plaza.
Matadero y Plaza de la Fuente Baja.
La Fuente Baja.
La Fuente Baja, a la que también se le podría llamar fuente escondida, se le puso nombre muy adecuado porque esta en la parte mas baja del pueblo y además honda. Tiene acceso por dos bajadas escalonadas, y dispone de seis caños de agua. Esta fuente era visitada sobre todo por las vecinas del Barrio Bajo, también bebíamos agua todos los niños de las escuelas a la hora del recreo porque se hallaba cerca de las escuelas públicas, y en los tiempos de consumo escolar de leche en polvo todos los días se bajaba a llenar de agua la perola de aluminio en donde se disolvía la leche. Esta fuente, aunque menos popular que la Fuente Alta cumplió muy bien su cometido de suministro de agua a buena parte de la población y hoy quizás no tenga tanta importancia como la otra en parte porque esta más escondida y pasa desapercibida, le falta más ornamento que haga agradable ese lugar, algo que inicio el ayuntamiento pero que es insuficiente.
El entorno de la Fuente Baja también era lugar de reunión de los jóvenes y mozos del pueblo donde los días festivos se jugaban dinero a los charpos, juego que consistía en tirar al alto dos grandes monedas (charpos) del siglo XIX y que a la caída daban cara o cruz jugándose los mozos algunos algunos reales y perragordas. En este entorno, esta el camino que va del matadero hacia el río antiguamente utilizado para el tiro de barra, de ahí que el nombre “Camino del Tirador”.
En resumen, algún alcalde debería rehabilitar el abrevadero y descubrir la acequia ancha levantando el tramo que fue cubierto con hormigón, así se recuperarían dos espacios representativos de Azuara con valor cultural.
Jose Román Roche Nebra
La Acequia Ancha cuya finalidad es la conducción de las aguas para el riego, también tuvo otros usos como fregar la vajilla y lavar ropa, un tramo de aproximadamente 40 metros frente a la Calle Peligro y actual Centro de Salud era el lugar preferido para estos fines por las mujeres de Azuara. La acequia, muy adecuada por el buen caudal de agua que siempre ha bajado y por su cercanía a las casas, siempre estaba llena de mujeres realizando dichas tareas, el espacio muy solicitado se quedaba pequeño y ello obligaba a utilizar otras acequias. Evidentemente eran tiempos en los que no existía el agua corriente en las casas.
Esta acequia como sabemos viene por detrás del parque, cruza bajo la calle y continua tapada con hormigón reapareciendo tras la Fuente Baja. Fue un error haber cubierto de hormigón estos 40 metros de acequia, así, ha desaparecido otro lugar típico del pueblo. Hay muchos pueblos turísticos en España con tramos de agua canalizada al descubierto que pasan por el centro de las poblaciones, pasear por la calle y ver pasar el agua cristalina tiene su valor, tiene mucho valor, aunque aquí no se le de. Imaginaros si además de la acequia al descubierto hubiera hoy una estatua de una mujer lavando, en homenaje a las mujeres azuarinas. Por “suerte” dicha acequia reaparece al aire más abajo y arreglada, como debe ser.
La acequia ancha reaparece tras la Fuente Baja.
El Matadero.
El Matadero se construyo en un lugar donde se podía hacer uso del agua y la acequia ancha le daba ese servicio, pasaba el agua corriente canalizada por los dos lados de la sala central del matadero y se le daba salida a una acequia que pasaba al lado de la fuente. Antiguamente se mataban los tocinos en las casas particulares y en el matadero, hasta que se obligo a realizar dicha labor solamente en el edificio municipal, se llegaban a matar alrededor de 300 tocinos al año durante los meses de diciembre a marzo.
El matadero disponía de varias estancias: el pequeño corral de ingreso de tocinos con varias chozas, sala grande de matar y de despiece, otra sala donde había instaladas dos calderas para calentar agua y otra pequeña sala donde también mataban corderos. El día comenzaba en el matadero con unas botellas de anís y pastas que ponían los dueños del primer tocino que se mataba al punto de la mañana y el trabajo y la fiesta continuaban en las casas.
Hay que agradecer al alcalde haber conservado el edificio actualmente dedicado a “Taller de Mosaicos”, aunque habría que instalar un tablero informando del uso anterior para que no se pierda la memoria del origen que tuvo este edificio. Lamentablemente el mismo alcalde le adoso a este singular edificio un trasformador eléctrico que destroza el paisaje de esa plaza.
Matadero y Plaza de la Fuente Baja.
La Fuente Baja.
La Fuente Baja, a la que también se le podría llamar fuente escondida, se le puso nombre muy adecuado porque esta en la parte mas baja del pueblo y además honda. Tiene acceso por dos bajadas escalonadas, y dispone de seis caños de agua. Esta fuente era visitada sobre todo por las vecinas del Barrio Bajo, también bebíamos agua todos los niños de las escuelas a la hora del recreo porque se hallaba cerca de las escuelas públicas, y en los tiempos de consumo escolar de leche en polvo todos los días se bajaba a llenar de agua la perola de aluminio en donde se disolvía la leche. Esta fuente, aunque menos popular que la Fuente Alta cumplió muy bien su cometido de suministro de agua a buena parte de la población y hoy quizás no tenga tanta importancia como la otra en parte porque esta más escondida y pasa desapercibida, le falta más ornamento que haga agradable ese lugar, algo que inicio el ayuntamiento pero que es insuficiente.
El entorno de la Fuente Baja también era lugar de reunión de los jóvenes y mozos del pueblo donde los días festivos se jugaban dinero a los charpos, juego que consistía en tirar al alto dos grandes monedas (charpos) del siglo XIX y que a la caída daban cara o cruz jugándose los mozos algunos algunos reales y perragordas. En este entorno, esta el camino que va del matadero hacia el río antiguamente utilizado para el tiro de barra, de ahí que el nombre “Camino del Tirador”.
En resumen, algún alcalde debería rehabilitar el abrevadero y descubrir la acequia ancha levantando el tramo que fue cubierto con hormigón, así se recuperarían dos espacios representativos de Azuara con valor cultural.
Jose Román Roche Nebra
3 comentarios:
Una vez mas, fantastico.
Pues si, es una pena que se pierdan estos lugares que dan un toque especial al pueblo. Lo de la acequia siempre que paso por allí lo pienso, y no me cabe en la cabeza como una persona puede tener tan poca sensibilidad con estas cosas.
También se podrían plantar árboles en muchos sitios del pueblo, es sencillo y dan un toque que nada tiene que ver con calles solo adornadas con cemento. Hay muchos sitios donde se podría hacer : plaza de la iglesia, plaza de san juan e incluso en la parte ancha del barrio bajo( calle mayor).
No se que podemos hacer los vecinos para meter un poco de presión con estos temas...
Había un taller de mosaicos??
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