El Río Camaras y su ribera fue la base principal para que se asentara población en este territorio. Los hombres de la prehistoria ya buscaban estos lugares donde abundaba el agua, la vegetación y los animales.Los celtíberos de Beligiom, los romanos y los árabes que fundaron el núcleo de población de lo que hoy es el casco urbano de Azuara valoraron el cauce y la ribera de nuestro río como medio importante para el desarrollo de la vida.
De 1920 a 1960 Azuara con una población media de 2.600 habitantes valoraba el agua de su río, la ribera y las huertas era una fuente importante de riqueza y elemento imprescindible en el tiempo libre de los azuarinos/as.
Hasta bien entrados los años 60 el río y su entorno eran elementos de disfrute para toda la población. Los zagales se bañaban en el río y en las balsas y corrían a diario por las acequias y las peñicas. Parejas de novios y cuadrillas de mozos y mozas paseaban y merendaban a las sombras de los chopos cabeceros. Los senderos se mantenían limpios por el ir y venir en las tareas de las huertas, se mantenían los gaviones para proteger la ribera de las abundantes riadas y se protegían los chopos cabeceros. El Pocico el mono, Lazu, la fuentecica el Tío Blas y otros, fueron lugares comunes para la población.
El asfaltado de las calles y la instalación del agua en las casas marco un antes y un después, llegaría la televisión, la mecanización agrícola, la desaparición de los animales domésticos... La gente se encerró más en sus casas, ya no había necesidad de ir a por agua a la fuente, desapareció el Cine Goya, la Heladora, y los paseos por el río. En el río y su entorno aparecieron nuevos elementos producto del consumo de la población: envases y bolsas de plástico, latas, electrodomésticos abandonados... Se inicia la degradación de nuestro río y su ribera. Las riadas de agua campan a sus anchas porque las huertas pierden valor y se abandona el mantenimiento de los gaviones y del cauce. Los chopos cabeceros que antes tenían uso por sus maderas su sombra y protección de la ribera se talan se queman y se vierte herbecida para que no rechiten. Desaparecen las especies acuícolas como cangrejos, barbos, madrillas, ranas y culebras.
Ahora el médico receta caminar y diariamente hay quienes caminan por el duro asfalto de la carretera, pasear por el sendero del río no gusta a casi nadie.
Algunos pocos valoramos lo positivo de la naturaleza para la salud física y mental y paseamos por el río, conocemos los relieves de todo su entorno, su paisaje, su biodiversidad.
Cada ciudadano es libre de elegir si pasa el tiempo en el bar, viendo la televisión, en Internet, paseando por la carretera, disfrutando de la naturaleza ó estando en todos esos lugares que enriquece aún más. El problema sale cuando a los que nos gusta la naturaleza se nos limita el uso de ese derecho, y esto ocurre cuando los espacios naturales se degradan continuamente.
La vida da muchas vueltas y de la misma forma que dejo de valorarse el río y las choperas el tiempo traerá de nuevo la afición por las zonas verdes, será apreciado nuevamente por nuestros hijos ó nietos. El problema esta en que lo que hoy se destruye y degrada será difícil de recuperar porque son espacios han costado cientos de años en formarse.
Es evidente que hoy se vive de espaldas al río y a su ribera, ya no tienen suficiente valor para la mayoría de los azuarinos/as. También es evidente que gobierno municipal como principal responsable de la protección y recuperación del patrimonio natural también vive de espaldas al río. Peor aún.
Reclamo desde este lugar un alto en la degradación del Río Cámaras y su entorno, que se realicen las actuaciones necesarias para evitar que siga deteriorándose y sea recuperado este patrimonio natural componente del entorno humano, elemento de biodiversidad ecológica que científicamente demostrado influye favorablemente en nuestro estado de ánimo y de salud física.
La Constitución Española a la que nuestros gobernantes prometen mantener el respeto y aplicación de sus leyes, habla muy claramente respecto a la protección del medio natural:
Artículo 45
Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.
Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.
joseroman
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